Johanna Wilhelm (35) recortó su título de diseñadora como quiso y encontró en el papel una fuente inagotable de ideas, hasta armar su estudio, Yesiouisi, donde realiza instalaciones y campañas a partir del papercutting. Por sus manos pasaron el Baf Week 2013, Casa FOA, la Feria del Libro, la marca de ropa Praliné , el programa CQC, HBO sports y muchos más. Además, con todos estos retazos, creó un nuevo lenguaje que combina el papercut, la proyección y la música. Hoy es una VJ del papel que acompaña a bandas como El Hipnotizador Romántico, Juana Molina, Pablo Malaurie, Nacho García, Alvy Singer y más.
¿Cómo llegaste al papel?
Fue medio de casualidad, una amiga viajó y me trajo de regalo un cutter; me resultó raro que justo me traiga eso, así que un día lo agarré y empecé a cortar. De ahí, fue surgiendo. En Yesiouisi empezamos a hacer más instalaciones y objetos con papel en formatos grandes, como por ejemplo, Trópico –Me señala una lámpara colgante increíble con escamas de papel blanco, que parecen las de una sirena gigante-.
¿Qué es Trópico?
Es una línea de objetos muy orgánicos, son piezas únicas que hacemos en textil no tejido, es un papel ultra resistente, irrompible, que puede adoptar mil funciones: podés usarlo como una cortina transiluminable, una lámpara o cielorraso. Nos inspiramos en las enredaderas del reino vegetal y lo que los hace parecer más “naturales” es que el material reacciona al movimiento del aire del ambiente.
Su instinto de crear estaba escrito en la palma de sus manos; desde los 8 ya iba a talleres de cerámica, pintura, cocina. Desde ahí no paró hasta convertirse en diseñadora gráfica; gracias a su inquietud constante y su necesidad de “hacer”, dio clases durante seis años en la cátedra Gabrielle de diseño gráfico de la UBA, mientras hacía estampas en una fábrica de ropa para Zara España. Tiempo después, dio otro SÍ, y armó Yesouisi, su ecléctico estudio: Yes en inglés, Oui en francés, Sí en español. Todo a la vez, se lee “yes, we see”.
«Me gusta del papel eso de poder agarrarlo todo el tiempo y trabajar; es como muy automático, trabajás, lo dejás, volvés. También me gusta su capacidad de síntesis. Con un papel solo, ya hay un montón de posibilidades para seguir investigando, es como inagotable.»
Tanto vio Chiquita Boo (su alter-ego en flickr) en el papel, que comenzó a explorar el poder de sus manos, en instalaciones, ambientaciones, decoraciones, diseño de objetos y proyecciones. Con sus aires de libertad y exploración constante, le dio un nuevo significado a la técnica del papercutting. Yo pude descubrirla en “La Visión del Amor”, el show del Hipnotizador Romántico en el espacio palermitano “La Caja Blanca”, donde transformó las paredes en un Libro Pop-up que contaba historias de papel al ritmo de la música; algunas, parecidas a los pensamientos más retorcidos, y otros que teletransportaban, de repente, a un bosque japonés, una bahía llena de flamencos o una batalla en el último subsuelo del infierno. Acaba de editar su primer libro “Amarillo limón el Sol”, junto a Eloise Alemany.
¿Y qué otras cosas disfrutaste hacer a partir del papel?
En Yesouisi, hicimos una campaña publicitaria con proyecciones animadas de papercut para La Feria del Libro, cuando Buenos Aires salió como Capital del Libro. Casi en paralelo, me llamó Lola García para hacer “Dealer”, una exposición que combinaba duplas de artistas. A mí me convocó con Talata Rodriguez, que es música, y yo ya estaba haciendo calados, así que surgió la idea de combinar proyecciones de papel animadas, mientras ella tocaba. A partir de ahí, me metí en el mundo de la música. Y eso es lo que más me gusta.
¿En qué te inspiraste para llegar a esas proyecciones animadas?
Mi “musa” es Lotte Reiniger, una directora de cine alemana; ella fue la primera que hizo animación con papel. Siempre la tuve en mente; una vez fui a verla a una exposición en el Malba y desde ahí la sigo siempre.
«Con sus aires de libertad y exploración constante, le dio un nuevo significado a la técnica del papercutting. Yo pude descubrirla en “La Visión del Amor”, el show del Hipnotizador Romántico en el espacio palermitano “La Caja Blanca”, donde transformó las paredes en un Libro Pop-up que contaba historias de papel al ritmo de la música.»
Me da curiosidad tu “ensayo” ¿Cómo te preparás para los shows donde proyectás?
Siempre tengo las canciones antes, las letras, y ahí voy pensando en imágenes para dónde pueden ir. Yo intento irme un poco más por las ramas y que no sea literal, para que se te generen otros pensamientos con lo que estás viendo mientras suena la banda.
¿Qué te gusta más?, ¿ver la obra terminada como cuando hacés una instalación o el work in progress de cuando proyectás en vivo?
Y, es más adrenalínico el armado “en vivo”, se va gestando algo muy propio de ese momento. El que estuvo entiende lo que pasó y al que no, es muy difícil transmitírselo. Me gusta pensar que todo queda en el instante en que está pasando. A veces, hago la proyección desde atrás del escenario, y los músicos quedan solo como siluetas. Vas a ver a la banda pero no ves nada, solo siluetas. Esa situación a veces cuesta, es rara, descoloca a la gente.
«Mi “musa” es Lotte Reiniger, una directora de cine alemana; ella fue la primera que hizo animación con papel. Siempre la tuve en mente; una vez fui a verla a una exposición en el Malba y desde ahí la sigo siempre.»
¿Qué es lo que te gusta del papel como material para trabajar?
Eso de poder agarrarlo todo el tiempo y trabajar; es como muy automático, trabajás, lo dejás, volvés. También me gusta su capacidad de síntesis. Con un papel solo, ya hay un montón de posibilidades para seguir investigando, es como inagotable.
¿Enseñás sobre todo esto que aprendiste?
Sí, di muchos workshops, “Laboratorio de Papel”, “Decortherapia.” Son pocas clases pero la gente hace cosas muy copadas e interesantes en poco tiempo, y yo también aprendo un montón, porque enseño desde un lugar muy autodidacta, no es que les doy “los diez trucos del cortado”, les voy dando pautas para que piensen cosas. Realmente es sentarse y cortar, es como dibujar con un cutter.
Y para vos, ¿qué es ser un buen artista?
Es no ir en contra de lo que te sale hacer naturalmente. No llevarlo para ningún lado y aceptar lo que te va saliendo.