El 16 de noviembre Palermo – el campo argentino, la “Catedral” – abrió nuevamente sus puertas para darle comienzo al 120 Campeonato Argentino Abierto de Polo. Cuando atravesás esas puertas, no sólo entrás al campo de polo: entrás al mundo del polo, un mundo sencillamente extravagante y espectacular. El acontecimiento que la “gran familia de polo” (compuesta básicamente por todas las familias de los polistas) espera todo el año y que se prolonga cuatro fines de semana a puro sol, pura fiesta y mucho glamour. Es un suceso deportivo del más alto nivel: el torneo es el máximo certamen interclubes a nivel mundial y reúne a los jugadores de mayor hándicap del planeta. Pero también es un enorme – y codiciado – evento social con sus códigos, sus reglas tácitas, sus costumbres, sus rituales, sus toques de color, sus polémicas, su estilo (cada vez más ecléctico). Maleva se dio una vuelta y recabó los quince aspectos más relevantes, curiosos, correctos/incorrectos y novedosos de Palermo, más allá de las canchas.
1 – DE LA «FAMILIA DEL POLO» O DE AFUERA, NADIE QUIERE ESTAR AUSENTE: están los que pertenecen a las tradicionales familias del polo, los que no pertenecen pero tienen tantos amigos en el polo, que casi que son parte. Los que son amantes de los caballos; los que van a ver polo y saben mucho. Gente con mucha plata, gente con poca, gente que viene acompañada por diez custodios y gente que viene acompañada por sus hijos. Famosos, modelos, actrices y actores, tenistas, futbolistas, gente de la realeza y de la farándula.
2 – TODOS MUY CANCHEROS (IDEAL PARA LOGRAR UNA CITA): lo primero que llama a uno la atención es que la gente no puede más de lo linda ¡Todos con mucha onda! Es como un rejunte de gente encantadora, todos puestos a la misma hora en el mismo lugar. Ideal para encontrar una buena date.
«Caminar por Palermo es como estar en un bar en N.Y.C. En un ratito estás hablando con Corine Ricard, dueña de una multinacional de bebidas, y al otro estás hablando con Peter, que resulta que es dueño de una de las cadenas de hoteles más importantes del mundo, y después estás tomándote una copa con Tom que tiene tantos negocios que le cuesta describir en una palabra dueño de que es, y así se pasa la tarde, con personajes de afuera, con sus toques de excentricidad.»
3 – LLENO DE EXTRANJEROS EXITOSOS Y ALGO EXCÉNTRICOS: caminar por Palermo es como estar en un bar en N.Y.C. En un ratito estás hablando con Corine Ricard, dueña de la empresa Pernod Ricard y al otro estás hablando con Peter, que resulta que es dueño de una de las cadenas de hoteles más importantes del mundo, y después estás tomándote una copa con Tom que tiene tantos negocios que le cuesta describir en una palabra dueño de que es, y así se pasa la tarde, con personajes de afuera, con sus toques de excentricidad.
4 – LAS QUE SE TIRAN EL PLACARD ENCIMA, DIVINAMENTE, O QUEDANDO RIDÍCULAS: Gucci, cinturones Hermès y pañuelos Fendi ¡Todo en una misma persona! Igualmente, salvo algunas excepciones donde parecen “cachirulas” haciendo show off con carteras Louis Vuitton fakes, la mayoría de estas mujeres aunque no tengan idea sobre moda nacional, lucen espectacularmente divinas.
5 – LOOK CAMPO O CAMPO EN SERIO: también están las que la flashean con el programa estancia, caballos y naturaleza y vienen de shorts, botas y boina. Y después están las que son realmente chicas de campo y vienen con jeans y remeras no muy cancheras pero visten una gran sonrisa.
6 – AQUELLOS QUE CONFUNDEN PALERMO CON ASCOT (Y NADA QUE VER): alguna gente confunde el abierto con las célebres carreras de caballo del hipódromo inglés de Ascot (donde sólo compiten pura sangre y cuyo público está muy ligado a la nobleza británica) y se visten con largos y calurosos vestidos con grandes sombreros y divinas capelinas, pero es too much. ¡Esto no es Ascot con su realeza, sus carruajes, sus Rolls Royces! Es Palermo, con su propia identidad. Las que cometen este error suelen ser las amateurs que vienen al polo por primera vez.
«Alguna gente está confundiendo el abierto con las célebres carreras de caballo del hipódromo inglés de Ascot y se visten con largos y calurosos vestidos con grandes sombreros y divinas capelinas, pero es too much. ¡Esto no es Ascot con su realeza, sus carruajes, sus Rolls Royces! Es Palermo, con su propia identidad. Las que cometen este error suelen ser las amateurs que vienen al polo por primera vez.»
7 – LAS CASUALES FALSAS: otro grupo, infaltable, es el de las que quieren dar con el look “relajadas” y se ponen unos jeans y unas zapatillas, pero se huele que de relajadas ¡no tienen nada! Y que estuvieron dos horas combinando qué remera y qué jean se ponen.
8 – ¿CÓMO RECONOCER A UN POLISTA DE VERDAD?: se los distingue porque usan jeans blancos sucios y caps cancheros, pero los más famosos en vez de caps, suelen ponerse gorritos grises de lana, que un poco deben sufrirlos (bah, tal vez ni les importe) con más de treinta grados.
9 – LOS EXTRANJEROS, AMANTES GENUINOS DEL POLO:
En su gran mayoría son gente de polo. Esos que tienen cantidad de amigos y conocidos argentinos y los ven durante la temporada europea y viajan para acá a vivir el mejor polo; para no perderse el evento del año; e inclusive algunos viajan sólo por dos días y tan sólo decir «fui a Palermo». ¡Para muchos es un must tener en su agenda ir a Palermo en diciembre! Y algunos saben más que algunos argentinos a los cuales el deporte en sí les importa cero.
10 – LOS QUE SOLO VAN PARA SER VISTOS, NO LES IMPORTA EL POLO ¡Y HASTA LLEGAN DESPUÉS DEL PARTIDO! : Estos son los típicos que deambulan de acá para allá, demasiado atentos por quien pasa a su lado. Muchas veces ni suben a la tribuna a ver el partido y se quedan abajo tomando algo y no tienen idea del resultado. Y en muchas ocasiones directamente llegan a Palermo cuando termina el partido y vienen directo a la parte social. ¡Pedazos de caraduras pero al menos honestos!
«Cuando termina el partido, baja el sol, y se sube el volumen de la música y empieza una suerte de “stand hopping” donde todos van de un puesto a otro, tomando un trago y charlando. Se pueden ver varias chicas con mil pulseritas en sus brazos, marca de que seguro son VIP girls. Muchas sonrisas, abrazos y saludos. Es increíble como en un evento en el cual asisten 14 mil personas, un gran porcentaje se conoce entre sí. ¡Todos se saludan con todos!»
11 – SUNSET Y FIESTA: empieza cuando termina el partido. Baja el sol, y se sube el volumen de la música y empieza una suerte de “stand hopping” donde todos van de un puesto a otro, tomando un trago y charlando un poco acá, un poco allá. Se pueden ver varias chicas con mil pulseritas en sus brazos, marca de que seguro son VIP girls. Muchas sonrisas, abrazos y saludos. Es increíble como en un evento en el cual asisten 14 mil personas, un gran porcentaje se conoce entre sí. ¡Todos se saludan con todos!
12 – LOS STANDS COMO PUNTOS DE ENCUENTRO Y SUS PRECIADAS PULSERITAS: En Palermo nada es típico y los stands de las diferentes marcas no son la excepción. Son tipo casas decoradas, acondicionadas, con livings, mesas y sillones, algunas tienen dos pisos y hasta terrazas desde donde se pueden ver los partidos. Te sirven canapés, sandwiches, helados y bebidas. A la mayoría de los stands se ingresa con precinto, tenés que ser invitado. Algunos stands tienen una parte a la que puede entrar cualquiera y un VIP sólo para clientes. Es usual ver colas para ingresar y escuchar frases como: «me hacés pasar?», «¿Dónde consigo una pulserita?» «soy amigo de tal» como si estuviesen entrando a un boliche. La gente muere por figurar, hacer face, ver quien está adentro o simplemente quiere manotear algún que otro bocado.
13 – LAS PROMOTORAS SON TODO UN HIT (Y SEDUCIRLAS, EL DESAFÍO DE LOS CABALLEROS): sí, más de uno no va a ver el partido sino a verlas a ellas e ingeniárselas para invitarlas a salir.
14 – EL CALOR Y LA EMOCIÓN DE LA DORREGO: tenés la tribuna C que es la central y bien cara, y a sus costados las tribunas B y A. Del lado de en frente, del lado del sol, está Dorrego, «la popular». Obvio que de popular no tiene mucho, y de barra brava entienden poco. Pero ahí están los fanáticos, chiflando al referí cada vez que marca un penal, alentando con algún que otro grito a su equipo. No se imaginen cánticos populares y bombos, porque esto es el polo y nunca tanto. ¡En Dorrego el partido se vive de otra manera, con tal vez, más emoción y muchísimo calor! ¡Una vez finalizado el partido, los de la Dorrego van a los palenques para festejar con el campeón!
«En la tribuna Dorrego están los fanáticos, chiflando al referí cada vez que marca un penal, alentando con algún que otro grito a su equipo. No se imaginen cánticos populares y bombos, porque esto es el polo y nunca tanto. ¡En Dorrego el partido se vive de otra manera, con tal vez, más emoción y muchísimo calor! Una vez finalizado el partido, los de la Dorrego van a los palenques para festejar con el campeón»
En la platea C no hay tantos niños como en la A o en la B. La mayoría son gente mayor. ¡Hay algunos personajes que todos los años tienen los mismos lugares! Desde la primera fila hasta la última hay una gran escalinata con escalones bastante finitos. ¡Tanto vestido y tanto taco te obligan a concentrarte para no hacer lo que todas temen! Caerte! ¡Sería tal papelón, creo que hasta los de Dorrego te ven rodar! La gente mantiene un perfil más bajo y no se oyen gritos o silbidos al referí, sin embargo a lo largo de los últimos años, algún que otro grito como ¡Vamos Ellerstina! se escapa e inclusive hace reír a la tribuna entera.
15 – LOS QUE SE HACEN QUE HABLAN POR CELU Y EN VERDAD OFICIAN DE PAPARAZZIS AMATEURS: ¡Está el que se hace el que está hablando por whatsapp pero en realidad está filmándolo todo! Y es que casi que todo momento es considerado «momento Kodak» digno de fotito para Facebook o Instagram. Hay fotógrafos y flashes por todos lados tratando de captar el mundo polo, y la gente, sonriendo a las cámaras, intentando parecer casual ¡cuando en realidad de casual, al menos la foto, no tiene nada!
Como ya lo dije, el polo es un mundo en donde se entremezclan multimillonarios, famosos, extranjeros, gente del palo y gente que no lo es. Todos con un mismo objetivo: divertirse, relajarse y pasar una buena tarde. Un programa que de afuera suele ser visto como frívolo y elitista; pero en realidad todos son bienvenidos, todos pueden sentirse parte y cómodos; un programa donde abunda la buena onda y sobra el glamour y la belleza.
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