Uruguay siempre es un paraíso (en y fuera de temporada)


 
Delicias del Uruguay
Por Teodelina Escalante
Desde que tengo uso de razón mis veranos fueron siempre en Uruguay. Es un país que amo y siento como mío, por todas las largas temporadas que pasé ahí. Durante mis años de colegio, Uruguay era La Paloma, un balneario en el departamento de Rocha, a 100 km de Punta del Este. Cada vez que me preguntaban dónde iba en las vacaciones, mi respuesta generaba cierto desconcierto y la clásica pregunta ¿Pero cómo? ¿No vas a Punta? Y la verdad es que pisaba Punta del Este 2 días en enero para festejar elcumpleaños de mi abuela que es el 9. Sus fiestas eran famosas para todos los esteños y La Barra era otra cosa, no el afán y la locura que es hoy.
Las casas estaban ocupadas por sus dueños, siempre con las puertas abiertas. Era un pueblo. En fin, volviendo a Rocha, La Paloma es un balneario con un pueblo bastante feucho pero las playas son paradisíacas. Mi casa queda a 3 km del pueblo sobre la playa literalmente (se llama El Médano) yendo hacia la Laguna de Rocha.
 

 
Hasta hace 5 años no había luz, teníamos un motor que nos daba electricidad durante unas horas a la noche, después de eso velas. Era realmente una vacación, sin teléfonos ni música ni televisión durante 3 meses. Mis primeras idas al boliche eran en bicicleta y el highlight era esperar a que abriera la panadería para comprar los bizcochos más ricos que se puedan imaginar recién salidos del horno. Era una pequeña ofrenda que dejaba en la cocina de casa para el resto de mi familia que se despertaba cuando yo me acostaba a dormir.
Por suerte esa etapa no duró muchos veranos porque pude disfrutar más de los días largos, la playa, el mar y los atardeceres. Sin duda es uno de mis lugares favoritos del mundo, no sé si La Paloma en sí, pero mi casa seguro. Cuando me puse de novia con el que hoy es mi marido se me presentó un dilema existencial: él siempre fue del departamento de Maldonado. Su casa en La Barra estaba a 4 casas de la de mi abuela. Naturalmente, cuando empezamos a salir yo empecé a ir a La Barra cada vez más seguido, sin abandonar a mi querida Paloma. De a poco me fui enamorando también de Maldonado y él de Rocha. La cuestión con Punta del Este es ir fuera de temporada y ahí es un paraíso.
La casa de mi marido es otro paraíso, casi un spa. La mejor cocinera del mundo prepara los manjares más deliciosos. Y mi familia política es muy divertida, son una extensión de mi familia. Entonces cada ida a La Barra es como un ashram de hermanos que disfruto siempre. Y tengo tanta suerte que desde el verano pasado mi mamá se compró una casa en José Ignacio con su actual marido. Queda en las rocas literalmente, ubicación muy privilegiada sobre todo para los días pico de la temporada cuando las playas están saturadas de gente y estar en esa casa es como estar en una isla. José Ignacio sigue siendo un pueblo de pescadores, aunque ahora va gente muy paqueta.
Y fuera de temporada es otro paraíso. Lo que es incuestionable es el amor que sentimos J y yo por el Uruguay que me llevó a conocer Rocha, Minas, Soriano, Colonia, Aguas Dulces y tantos otros pueblos charrúas llenos de encanto. Cada road trip es distinto. Nunca mejor aplicada la frase «the journey is the destination». Muchas veces agarramos el mapa y elegimos las rutas no pavimentadas para descubrir lugares nuevos. Y Uruguay no te decepciona, siempre aparece algo con esa estética tan característica de la República Oriental. ¡Tengo varios lugares secretos que quiero que sigan manteniéndose así por eso no pienso tirar ni una punta! Y los invito a que agarren el auto y descubran ustedes este maravilloso país.
Postales de mi Uruguay: