"NO COINCIDO DEL TODO CON LA EXPRESIÓN EMPRENDEDOR SERIAL": GASTÓN PARISIER / ENTREVISTA / POR VICKY GUAZZONE DI PASSALACQUA

Maleva BIG BOX 4
Gastón cofundó Bigbox hace siete años y hoy la empresa ya está en cuatro países de la región (y va por más)

 

«ESTOY MUY EN CONTRA DE LA EXPRESIÓN EMPRENDEDOR SERIAL»: ENTREVISTA A GASTÓN PARISIER. POR VICKY GUAZZONE DI PASSALACQUA. FOTOS: LUZ SORIA.

Para un emprendedor, hay pocas cuestiones más cruciales que creer y representar su proyecto. Cuanto más lo identifique y encarne, mejores serán sus posibilidades de éxito. Y si se mira a Bigbox y a su creador, Gastón Parisier (30), la premisa se hace evidente. Aventurero, amante de los deportes extremos, viajero, entusiasta por las sorpresas y hasta mago profesional, hace 7 años creó una compañía que vende “experiencias”, ofreciendo entonces un regalo tan intangible como inolvidable, y del que él es el primer difusor y usuario. “El día que yo llegue a un cumpleaños con un perfume, me replanteo todo”, dispara.

Maleva BIG BOX 1
Gastón es ingeniero egresado del ITBA y mago profesional

«Hoy todas las marcas del mundo hablan de la experiencia del usuario. Está demostrado que no se ahorra tanto en lo material y más en recuerdos. Y creo que Bigbox inconscientemente suple un espacio de compartir buenos momentos con gente querida.»

Trajiste la idea de Francia, ¿qué tan difícil fue instalarla acá?
Allá es muy masivo, los regalos se venden en Carrefour, en los correos, en todos lados, y el desafío que tuvimos en Argentina fue hacerlo más aspiracional. Sofisticarlo, y que el valor de la experiencia sea percibible a rápida vista. Y así nació Bigbox, en 2010. Empecé el proyecto con dos amigos, pero en el transcurso de los primeros dos años ambos decidieron volcarse a trabajar con sus familias. Hoy, desde lo operacional Bigbox soy yo, pero tengo un grupo de accionistas muy importante detrás. Estructuré el capital de la compañía con inversores para poder escalarlo a Chile, Perú, Uruguay y ahora también Colombia.
¿Por qué pensaste que podía funcionar en este mercado?
Soy un apasionado de vivir lindas experiencias. Me encanta descubrir nuevos restaurantes, hoteles, destinos. Viajo permanentemente y me encanta hacer deportes extremos de todo tipo, así que fue una suma de cosas. Un deseo personal, pero acompañado por una tendencia mundial. Hoy todas las marcas del mundo hablan de la experiencia del usuario. Está demostrado que no se ahorra tanto en lo material y más en recuerdos. Y creo que Bigbox inconscientemente suple un espacio de compartir buenos momentos con gente querida. Las estrategias de crecimiento que hacemos están muy asociadas a ese concepto. Hace unos meses compramos Cookapp, una app para comer en la casa del cocinero, y el concepto trasciende la cena. La idea es conocer gente que está dispuesta a vivir esa misma experiencia, que es romper una barrera conceptual importante. También compramos un permiso para hacer una agencia de viajes. Nuestra visión es muy clara y la vivimos todos los días. Cuando me preguntan cuál es mi competidor, digo que son los zapatos, la camisa, el pantalón, el perfume: es el regalo tradicional al que quiero superar. Además, queremos acoplarnos a este mundo digital en el que vivimos, y que la experiencia de compra sea instantánea, rápida, inteligente. Bigbox debería saber cuál es el mejor regalo más que el que va a hacer el regalo.
¿Cómo fue saltar del público corporativo inicial a los particulares?
Un desafío enorme, pero muy divertido, porque aprendés todos los días. Del cliente corporativo hay un tiempo de aprendizaje, porque hasta que el que realiza la compra la entrega a sus clientes, la respuesta tarda. Pero en el otro caso, puede ser el nieto que va con $500 y busca lo mejor que puede regalarle con ese monto a su abuela, y ya a la mañana siguiente la abuela está llamando para preguntar si puede ir a tal spa o si lo puede cambiar por una de gastronomía. Es un consumidor mucho más dinámico y demandante, que te obliga a innovar mucho más. Con lo cual, la compañía está en un momento extremadamente desafiante y divertido.

Maleva BIG BOX 9
«No creo tanto en la palabra jefe»

«Hace unos meses compramos Cookapp, una app para comer en la casa del cocinero, y el concepto trasciende la cena. La idea es conocer gente que está dispuesta a vivir esa misma experiencia, que es romper una barrera conceptual importante. También compramos un permiso para hacer una agencia de viajes.»
 

¿Es cierto que probás todas las experiencias?
¡Probaba! El equipo y la demanda de nuevas experiencias creció un montón, así que es complicado ahora. Pero sí, es lo más divertido del laburo. Antes daba el visto bueno, ahora lo voy a probar más como un agasajo adicional y para conocer al que está del otro lado, pero no como condición sine qua non.
¿Cuál fue la experiencia que más te gustó?
Depende de cada categoría tengo una experiencia distinta para nombrar. En aventura, lo que más me divierte es saltar en paracaídas. Pocas cosas se disfrutan tanto por tan poco tiempo. Porque en el momento en que se abre el paracaídas ya no es tan divertido, pero los 10 segundos desde que saltás hasta la apertura son espectaculares. Es increíble, es volar. Para mí es un regalo inolvidable. Tengo un DVD con el primer salto que hice y lo sigo mirando cada tanto.
¿Qué tan estrictos o exquisitos son para elegir a los proveedores?
Para nosotros el corazón de Bigbox son las experiencias que comercializamos. Por lo cual, de alguna manera son nuestros socios. Es una decisión casi de afecto, colaboración y de sentir que efectivamente vas a poder trabajar a largo plazo. Por supuesto que te podés equivocar, pero hoy la tecnología permite que eso se corrija automáticamente. Las experiencias se van ordenando en base a las reseñas de la gente, entonces quedan en último lugar las menos elegidas y calificadas. Pero para todos tenemos una grilla de selección que implica cumplir con determinados requisitos.
Gastronomía debe ser el más difícil, porque cambia mucho y es más volátil dado el contexto económico.
Es el más cualitativo. Siempre debatimos sobre lo que es “una experiencia Bigbox” en un restaurante. Y mi criterio va en contra de los procesos y la ingeniería de la compañía. Porque a veces me nombran restaurantes que por ahí no son el perfil de la empresa, pero siempre desafío preguntando cosas como: “pero si la idea es cocinar con el chef en la cocina y después sentarte y comer, aunque no sea el perfil, ¿eso no es una experiencia espectacular?”. En esos casos intento desafiar al equipo y chocar. No necesariamente tiene que ser el plato más aclamado por un crítico, sino que para mí, cuanto más descontracturado y mejor es la atención, más chances hay de que la persona diga “qué buen regalo”. Si lográs eso, no me importa si el plato es el mejor de Argentina. A veces pasa más por la magia que por los números. Es cierto que los 10 mejores restaurantes del país trabajan con Bigbox, pero mi idea es que en esos lugares igualmente el chef pueda salir de la cocina y darte la bienvenida o que el mozo tenga el entrenamiento de hacerte algún detalle porque fuiste con un regalo. Ese tipo de cosas son las que para mí le dan magia al regalo. Y mi pasión es la magia, antes de estudiar Ingeniería estudié 10 años con René Lavand y con Rey Ben, un mago de comedia.

Maleva BIG BOX 2
Uno de sus nuevos desafíos es impulsar el ecosistema emprendedor argentino

«Cuando estudiaba magia con René Lavand, como él tenía un solo brazo, había que aprender con un solo brazo. Y por ejemplo yo tomaba el mazo de cartas con la derecha y me decía que no, que tenía que dominarlo con la izquierda. Me decía que hasta que no me saliera perfecto, no podía avanzar…soy un apasionado de intentar hacer las cosas bien…»

 
¿Y cómo aplicás eso a tu vida hoy?
Todo el tiempo. Magia es el arte de sorprender, tenés una habilidad que genera sorpresas. Entonces permanentemente pienso, en mi vida personal, con mis amistades y en mi vida laboral, cómo cada uno puede sorprender a su equipo, a los proveedores, a los clientes, a los amigos. De hecho es uno de los valores institucionales de la empresa. Sorprender también es pensar, irónicamente, “out of the box”.
¿Pensaste en algún momento en vivir de la magia?
No. Pero sí soñaba con producir magia, soy fanático de las películas de magos y del teatro de magia. Cuando estudiaba magia estuve un mes en Las Vegas y me vi todos los shows. También pensaría en producir tecnologías para magos, pero no ser performer. Mi viejo se acuerda de que cuando empecé a estudiar era porque no me bancaba no saber cómo se hacía el truco. Y ahí aparece detrás el ingeniero que quiere saber exactamente cómo todo se hace. Después se convirtió en una fascinación. Si lo que se logra con un truco de magia lo puede generar cada uno de los regalos que vendemos, no tenemos límite.
Y como espectador, ¿qué tipo de show te atrae?
Tengo dos perfiles: me divierte mucho la comedia mágica, porque que se descostillen de risa 500 personas juntas es espectacular y muy difícil de lograr; y después me interesa la habilidad del primer plano. El que acá enfrente tuyo te desaparece la moneda y cambia las cartas.
¿Sos bueno como mago?
Mi primera respuesta es que de todo lo que hago, es lo que mejor hago. Si eso es bueno no sé. Pero soy un apasionado de hacerlo bien. Cuando estudiaba con René Lavand, como él tenía un solo brazo, había que aprender con un solo brazo. Y por ejemplo yo tomaba el mazo de cartas con la derecha y me decía que no, que tenía que dominarlo con la izquierda. Me acuerdo de estar entrenando para poder mezclar las cartas con la zurda y con una sola mano, y que me había enseñado un montón de cosas que quería empezar a hacer, pero me decía que hasta que no me saliera perfecto, no podía avanzar.
¿Cómo sos como jefe?
No creo tanto en esa palabra.
¿Y cómo líder?
Intento inspirar y formar emprendedores. Quizás me pueden criticar porque doy tanta libertad que hay determinadas personas que no se sienten tan contenidas. Pero creo más en la libertad y la proactividad, de que todos en su lugar hagan el ejercicio de emprender como lo hice yo hace siete años cuando tocaba las puertas de los restaurantes y explicaba algo que todavía no existía. Me parece que eso es lo más nutritivo. Intento liderar con el ejemplo. El día que alguien me diga que trabaja más que yo, lo estará esperando el asiento de líder. A mí me gusta mucho trabajar y pensar, estoy completamente enamorado de lo que hago.
¿Te asumís workaholic?
Y más también. Nunca supe marcar los límites. Tengo cenas y reuniones a cualquier hora, que siguen siendo parte de mi función laboral. Pero volviendo a lo de líder, hay que saber premiar y marcar los errores, porque yéndome un poco más a un pensamiento político, no vivimos en un país protrabajo. Es bastante más sedentario el pensamiento laboral. Por eso el desafío está más en las contrataciones. Cuando lográs armar equipos de emprendedores, vas por el buen camino. Los primeros legajos siguen estando en Bigbox y tienen los mismos recuerdos que tengo yo. Y es increíble todo lo que nos trajo, porque hoy siento que tenemos más desafíos y responsabilidades que hace seis años, cuando éramos 5 -y hoy somos 70-.
¿Cómo es expandirse a otros países? ¿Varía la idiosincracia de las experiencias?
No varía tanto. Sí es mucho más difícil articular el sistema, porque no estás, y dependés de la selección de líderes locales que te tienen que interpretar muy bien. Siempre les digo a los country managers que se sientan los emprendedores, haciendo el trabajo que hice yo cuando empecé, y que compitan con los resultados de Argentina. Por supuesto que los países son distintos, pero dentro del mismo marco, los desafíos son los mismos.
¿Hay algún país donde haya resultado más fácil instalarlo por su contexto económico y social?
En Perú fue muy rápido. En general también porque aman las marcas argentinas, hay algo aspiracional. Consideran que nuestro país crea marcas de buen gusto y calidad, son muy permeables a nuestros productos. Mientras que en Chile hay un pensamiento mucho más norteamericano. Si en Perú Havanna te pone un local de 300 metros, en Chile ese lo tiene Forever 21. Pero por el contrario, en Chile hay un consumo tremendo.

Maleva BIG BOX 12
En plena entrevista con MALEVA

«Lo que hizo Marcos Galperín en Mercado Libre es completamente extraordinario. Guibert Englebienne, el CTO de Globant, me ayudó muchísimo en la presentación de Bigbox para Endeavor. Son dos compañías que cotizan en NASDAQ, es como un sueño. ¿Cuánto vale un consejo de una persona de ese calibre? Te abre mucho la cabeza.»

 
¿Y cómo es ser emprendedor en Argentina?
Me gusta rodearme del ecosistema de Endeavor. Sobre porqué el gen argentino es tan emprendedor, debe haber mil respuestas posibles. Cada uno tendrá su librito. Lo que sí te puedo asegurar es que hoy el ecosistema es impresionante. En la última gala de Endeavor me preguntaron qué fue lo más gratificante de ser parte de la organización, y mi respuesta fue que en menos de un mes conocí a todos mis ídolos. Después está en vos qué haces con eso. Si te ponen en una sala con Rafa Nadal, Tiger Woods y Leo Messi, depende de vos si después lográs tener un café más, después un vino y después entrenar con ellos. Pero a nivel emprendedorismo, Endeavor te da la posibilidad de conocer a tus ídolos, y no lo podés creer.
¿Quiénes son tus ídolos?
Personas a las que admiro. Lo que hizo Marcos Galperín en Mercado Libre es completamente extraordinario. Guibert Englebienne, el CTO de Globant, me ayudó muchísimo en la presentación de Bigbox para Endeavor. Son dos compañías que cotizan en NASDAQ, es como un sueño. ¿Cuánto vale un consejo de una persona de ese calibre? Te abre mucho la cabeza. Y el ecosistema está comprometido y te contagiás. En el último tiempo no paro de recibir emprendedores, y me siento halagado.
¿Sos generoso en eso?
Sí, me encanta. Cuando ves un pibe que tiene energía, pilas y un sueño, es una fiesta poder ayudarlo. Pasó algo en la Argentina, y hay un eterno “devolver”. No sé si lo empezó Endeavor, o si ayuda un gobierno que se define como emprendedor, pero hay cultura emprendedora. Y aparentemente va a existir una ley para que puedas hacer una sociedad anónima en 24 horas y abrir una cuenta bancaria en 48. Nosotros tardamos meses en esos procesos burocráticos. También debe existir un marco. El emprendedor a los 24 años no sabe contratar, entonces no tiene sentido que la ley lo castigue si lo hace mal. El período de prueba en una start up debería ser de seis meses en lugar de tres. Y lo que sí creo que se va a ir corrigiendo en el tiempo es la tasa de éxitos de los emprendedores, porque emprender tampoco es cuestión de ir tirando tiros al aire. No coincido del todo con la expresión “emprendedor serial”. ¿Porque qué otra expresión usamos con serial? Asesino. Es hacer mucho de manera desmedida. Ahí es donde creo que falta un marco, para que no cualquier persona se ponga a emprender cualquier cosa. Hay que creer en lo que hacés.
¿En serio creás tus propios regalos?
Por supuesto. Y hasta llega a un punto extraño, porque la gente cree que me es fácil y que no lo pago. Así que incluso pensé crear una categoría a la que pueda acceder solo yo y algunas personas más, para tener un regalo realmente distinto. Pero sí, yo regalo, consumo y me han regalado Bigbox. El emprendedor tiene que usar y usar su producto. Y con Bigbox creo que le hacemos muy bien al ecosistema. Hacemos que más gente conozca más lugares, que más gente disfrute más de su tiempo, que corte con la rutina. Te regalaron un día de spa, ¿qué día te vas a tomar? Estamos regalando tiempo para uno.

Maleva BIG BOX 8
En cada caja una fórmula que resultó: experiencias inolvidables

«Cuando me preguntan cuál es mi competidor, digo que son los zapatos, la camisa, el pantalón, el perfume: es el regalo tradicional al que quiero superar.»

¿Y a vos qué más te gusta hacer para cortar además de tirarte en paracaídas?
En cuestiones más aventureras, me encanta probar deportes extremos, he hecho heliski y spearfishing, pescar entre 6 y 10 metros de profundidad, sin tubo de oxígeno. Pero en actividades más normales, corto bastante con el golf, con degustaciones de vino y con boxeo. También me encanta salir a comer, ir al teatro o al cine.
¿Sos de ir a los mismos lugares o te gusta descubrir nuevos?
Todo el tiempo exploro nuevos. Tengo los de cabecera para reuniones familiares o el típico lugar con amigos, pero voy investigando. Conocí hace poco un lugar que se llama Pierino, que me encantó. Y estoy armando una categoría de Bigbox que se llama “Bodegones”.
¿Y cuando viajás, cómo te gusta explorar una ciudad?
Voy con algunas recomendaciones pero también me gusta perderme. Me encanta viajar solo. Me gusta entrar a un bar, sentarme en la barra, hablar con el de al lado. Hace poco viajé a Silicon Valley y me fui manejando hasta Los Angeles, parando en Carmel, en Big Sur, en Santa Barbara, Santa Mónica. Ahora tengo una reunión de directorio en Lima y de ahí me voy tres días solo a conocer Medellín. Hago de todo: bares, restaurantes, playa, lo que haya para conocer. Aunque no soy tanto de museos, no me terminan de apasionar. Me gusta más el arte vivencial y contemporáneo, más lúdico.
¿Sueños, ambiciones, proyectos? ¿Qué se viene en el universo Bigbox y qué en el tuyo?
En el universo Bigbox la idea es ser una marca conocida regionalmente, que cada uno de los regaladores y homenajeados sientan los valores que percibimos en nuestro trabajo. Y en lo personal, dar. Ser un referente del emprendedorismo o de la gastronomía o de lo que tenga que ser, pero accesible. También estoy ayudando mucho con la fundación que preside mi mamá, la filial argentina de Make a Wish, y tomando el espacio para colaborar con emprendedores. Si los éxitos no se comparten, no son nada.