A la hora de sorprender los bartenders ya no sólo apuestan a ingredientes exóticos, shows de destreza con la coctelera u osadas técnicas para prepararlos. Hoy deciden ir por un paso más adelante o, mejor dicho, más atrás y rozar las fibras más sensibles de nuestro ser: la de las emociones y recuerdos. Con ese objetivo en la mira, utilizan una estrategia que parece infalible: apelar a tragos con golosinas como Palitos de la Selva, garrapiñadas, pochoclos o los -amados y odiados por igual- caramelos Media Hora. Sabores inconfundibles y conocidos, pero muchas veces olvidados en un rincón de la memoria por el paso del tiempo.
“Hoy las barras buscan lograr una experiencia y conexión distinta con el consumidor, más directa y personal. Para eso, hacer alusión a sentimientos o productos de la infancia como las golosinas es un buen punto de partida”. Así le explica a MALEVA Nicolás Pastore (uno de los dueños de Anasagasti) la nueva incorporación a la carta de tragos de este bar secreto: “Aurora”, un vodka saborizado con Mantecol que además colocó a Matías Granata (bartender del lugar) como el ganador del Primer Desafío de World Class, la prestigiosa competencia de coctelería.
Lúdicos, innovadores y llenos de nostalgia: así son los nuevos tragos que están copando las barras más exclusivas de Buenos Aires y en Maleva te contamos dónde probarlos.
Con el sello del bartender referente de la coctelería local, Renato “Tato” Giovannoni, Florería Atlántico es un local multifunción (tiene una florería chic y minimalista, venta de vinilos y de más de 150 etiquetas de vinos) que en su subsuelo se esconde uno de las mejores barras del país (y de las 50 mejores del mundo). Para entrar, sólo es cuestión de cruzar una puerta de frigorífico y bajar las escaleras.
La carta de bebidas se renueva cada cinco meses y está inspirada en las mayores oleadas inmigratorias que llegaron al país a principio de siglo. En la última, lanzada hace un mes, decidieron incorporar tres tragos que prometen convertirse en el hit nostálgico del lugar: “Muejeje” (Grant’s de pochoclos, Mistela roble, Campari, Angostura y Humo Malévolo), “Parque Trulalá” (Havana 3 años, Hesperidina, Garrapiñadas, Limón y “Arena”) y “Anteojito” (Brandy, Drambuie, Cindor, Cereales y Tempranillo).
“Las cartas anteriores se centraban en España, Francia, Inglaterra, Polonia e Italia, pero con esta decidimos hacer un homenaje a personajes de esas nacionalidades que llegaron al país e hicieron cosas importantes acá: de ahí pensamos en el español Manuel García Ferré, por ende en Anteojito… y nos la dejó picando para usar algunas golosinas”, explica “Tato” Giovannoni, co-creador de Florería Atlántico junto a Aline Vargas. ¿El resultado? Según explica, en poco tiempo, este homenaje tuvo muy buena repercusión: “Se nota en las caras de los clientes la alegría al sorprenderse con algunos de los ingredientes, los vasos donde las servimos y hasta las decoraciones”. ¡Bienvenido sea!
“Aurora” es un cocktail de Mantecol en vodka Ketel One, lima, almíbar, Hesperidina, clara de huevo, wasabi y sal kosher. Con este trago, Anasagasti Bar cosechó su primer reconocimiento a sólo seis meses de su apertura: su bartender Matías Granata fue coronado ganador del primer desafío de World Class Competition en la Argentina, la prestigiosa competencia que distingue a los mejores bares y bartenders del mundo.
Para realizar este trago que ya se puede probar en la barra de Anasagasti–, utilizan vodka Ketel One y, a través de la técnica de Fat Wash (que sirve para saborizar destilados con materia grasa) se le da ese toque inconfundible a Mantecol. “La idea de elaborar cócteles con golosinas surgió de la intención de utilizar técnicas poco usuales en la coctelería, incluso algo controversiales, pero apelando a la innovación”, explican desde este nuevo bar secreto.
Pero además de los Craft Cocktails (las creaciones “de la casa” realizadas con insumos 100% artesanales) y los clásicos fuera de carta, ofrecen gin infusionado con Palitos de la Selva, un trago que bautizaron “Recreo” y que se sirve en shot. Un cocktail dulce, llamativo y con el sabor de (para quien escribe) uno de los mejores caramelos de la historia. ¡Peligrosísimo!
Creado por los bartenders Juan Pablo Reales y Adriano Marcellino, este bar surgió como franquicia de uno en el que trabajaron juntos en Noruega y es otra de las grandes aperturas de este año que se va. Y sí, en el Top 5 de los tragos más vendidos del lugar figura uno a base de golosinas: El Pochoclo.
Preferido en su mayoría por las mujeres, y son ellas las que afirman que es como ir al cine y al bar al mismo tiempo, el trago es una mezcla de pochoclos, ron especiado, helado de vainilla y butterscotch (un almíbar a base de manteca y vainilla). Para prepararlo, integran todos los ingredientes en una licuadora, con un poquito de hielo picado para llevarlo a la temperatura justa, se sirve en copa de vino y se decora con pochoclos enteros.
“Nuestra filosofía de cocktail es crear nuevas recetas con sabores que nos son familiares a todos. Al de pochoclo la gente lo adora por su decoración y por ser un sabor tan reconocido por todos, pero raramente utilizado en coctelería: les despierta la curiosidad”, cuenta Adriano, co-creador de este bar elegido por los bartenders y especialistas. Primicia: en la nueva carta, que estará disponible en breve, piensan seguir con esta estrategia e incorporar nuevos sabores basados en golosinas “para todos aquellos que se animen a redescubrir sabores que prácticamente tenían olvidados”.
Si sos de los que odia a los caramelos Media Hora (sí, de esos que la abuela siempre tenía en la cartera) te aseguramos que con este trago vas a querer volver el tiempo atrás: Estrella Julep es a base de whisky macerado con caramelos Media Hora, jugo de pomelo, unas gotas de absenta y menta fresca. A pesar de que les sorprenda a muchos, es uno de los tragos más pedidos de Brandon, un restaurante con estética súper moderna y tragos creaneados por Inés de los Santos.
“Nos pareció muy divertido utilizar un caramelo tan clásico, odiado y amado por muchos también. Creo que no hay argentino que no conozca su sabor; es único y le aporta ese sabor indescriptible del anetol, regaliz y anís”, explica Sebastián Levy Daniel, el joven emprendedor detrás de este proyecto y también de la parrilla Miranda.
Estrella Julep está en la carta desde la apertura del lugar, julio de 2015. “Se convirtió en un clásico. Cuando la gente lo ve en la carta o prueba el de su compañero, dice ‘Tiene ese gustito tan familiar a…’ y se quedan buscando en la memoria de su infancia”. Y porque obviamente equipo que gana se repite, el trago sigue más que vigente y ya están realizando varias pruebas para incorporar otras creaciones a base de golosinas.
En este bar que, como su nombre lo indica, es un homenaje al escritor Julio Verne, también comenzaron a incursionar en el mix golosinas con alcohol. Durante la noche de Halloween, hicieron un Vodka macerado con Palitos de la Selva y otro con Flynn Paff, clásicos si los hay. Según cuentan desde esta barra comandada por Federico Cuco el resultado fue increíble, así que a estar atentos porque piensan incorporarlos a la carta.
Fotos: gentileza lugares mencionados.