Las Leñas y sus 17.500 hectáreas esquiables
Segunda semana de julio, en la base de Las Leñas hay un metro de nieve y el resto del centro, es decir, en las 17.500 hectáreas esquiables con 29 pistas y 14 medios de elevación, todo está blanco. Para que se les haga agua la boca a quienes son felices en invierno porque saben que pronto van a derrapar nieve en polvo con sus carvin o tablas de snow. Las Leñas – lo saben los habitués – es esquiar en plena montaña pelada, en la belleza intimidante de la montañas tipo Himalaya del sur de Cuyo, la comarca preferida por los esquiadores norteamericanos y Europeos que buscan buenos descensos en cerros de película. Cada uno puede armar su itinerario, claro, pero para que se inspiren Maleva habló con tres súper conocedores del valle – el director de la escuela de esquí, Daniel Rodríguez Lahitte, el director de la escuela de Snowboard y la directora del jardín de nieve Araceli Benítez – que nos contaron cuál es para ellos su circuito preferido, que no hay que perderse, que error no hay que cometer y cuáles son los rituales que tienen para disfrutar todavía más de una buena esquiada “leñera”.
Los instructores de las escuelas de esquí de las Leñas son los grandes conocedores del valle
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Daniel Rodríguez Lahitte (director de la escuela de esquí):
“iría hasta la cumbre por la telesilla de Marte, poma de Iris, y bajaría fuera de pista por Paraíso o lo que se llama la Canaleta de Eduardo. Es que mi pasión es el fuera de pista. Ahora, en cuanto a pistas, haría la bajada por Apolo, Neptuno y Venus. Es fantástico porque son 7 km esquiando sin parar.”
“Me gustan los atardeceres desde la base, camino alejándome un poco del hotel Aries.
También ver el cielo a la noche desde ahí, las estrellas que hay acá son espectaculares. Miro para arriba y siempre veo satélites, es una cosa increíble. O me pongo con mi hijo y mi hija a mirar la Cruz del Sur y marcamos el sur. Valoro mucho esos detalles de la montaña, cuando todo se apaga.»
“desayunar bien temprano, café con leche con ricas medialunas y jugo de naranja. Ir temprano a los medios, apenas abren, que hay menos gente y me sumaría a algún grupete de gente que vaya a hacer fuera de pista todos con nuestros cascos y mochilas. Y si hubo nevada a la noche, siempre hay buena onda. También tengo como ritual tomarme un cortado en los bares de la montaña cuando hace mucho frío.”
“Si esquían muy bien les recomiendo que hagan sí o sí la Extreme Expedition. Es una expedición de día completo que vamos en un track – vehículo con orugas – hasta el Valle Hermoso que el otro lado de la montaña. Son 8 personas y esquías en lugares donde toda la nieve es virgen y además en un momento parás y hay sandwichitos con copita de vino. Y después te lleva a otras pistas vírgenes y así todo el día.”
“que si están cansados, sigan esquiando, es un gran error.”
Daniel Margaride (director de la escuela de snowboard):
“Uno de mis favoritos es el cerro Entre Ríos que vas desde el poma de Iris. Hacés una travesía de diez minutos de snowboard para llegar a la base y después escalás un poco para tirarte. Sino un fuera de pista más fácil como Paraíso. Y siempre fijándome de no cruzar las huellas con mis compañeros para después ver desde abajo lo lindas que quedaron.”
“me gusta la vista sagrada que tengo desde mi mesa del café Innsbruck”.
“despertarme bien temprano, tipo siete de la mañana y subir a las 8 y media. Aerosilla de Marte. Hacer un súper picnic después de hacer un fuera de pista desde cuya base haya que caminar para volver a los medios. No queda otra que abrir una botella de champagne y unas cervezas. Con una buena picada con quesos, salamines, jamón crudo, aceitunas, papas fritas. También como dije me gusta el ritual del café a la mañana en Innsbruck con tostados de jamón y queso.”
“si las condiciones de clima y nieve están bien, tirarse por las canaletas de Vulcano. Es como un snow park natural, es muy divertido.»
“creer que porque un día esquiaste en tal pista, al otro día la pista va a estar igual. De un día para el otro puede cambiar, y complicarse mucho, hay que asesorarse. Por ejemplo, si a la noche hubo viento va a tener un hielo terrible y eso un turista no siempre lo sabe.”
Araceli Benítez (directora del jardín de nieve)
“para mí cualquier fuera de pista después de una nevada. Y en pista: Vulcano. Porque es larga y tiene diferencias de pendiente, es desafiante, no es una pista de principiantes y te exige esquiarla bien.
“un punto en Minerva donde subís caminando y se ve la bajada del sol sobre el cerro Leña, en la conexión Minerva-Eros. Además en el atardecer queda poca gente en la montaña y los colores y el silencio, hacen algo extraordinario”.
“uno, bajar a la base y tomarme un buen licuado de banana con leche. ¡Recomendado!
“que hagan alguna clases porque es algo que después aprovechás al máximo. También hacer un circuito fuera de pista con instructor”.
“salir fuera de pista sin haber averiguado las condiciones y esquiar la montaña sin respeto porque puede ser muy peligrosa”.
