LA REVOLUCIÓN DE AI WEI WEI LLEGÓ A PROA / ¿CÓMO ES LA MUESTRA "INOCULACIÓN" DEL ARTISTA CHINO MÁS IMPORTANTE DEL MUNDO? / POR MELISA BORATYN

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Las 124 bicicletas de la obra «Forever Bycicle»en la entrada de Proa

LA REVOLUCIÓN DE AI WEI WEI LLEGÓ A PROA / ¿CÓMO ES LA MUESTRA «INOCULACIÓN» DEL ARTISTA CHINO MÁS IMPORTANTE DEL MUNDO? / POR MELISA BORATYN.

De chico Ai Wei Wei (Beijing, 1957) vivió su primera expresión artística, la quema de los libros de su casa junto a su padre, Ai Ching, poeta revolucionario, censurado y perseguido, para evitar los castigos por parte de la policía de la Revolución Cultural. Es por este tipo de vivencias, que marcaron el rumbo de su vida, que Marcello Dantas, curador brasileño de la muestra «Inoculación«que se presenta en Fundación Proa desde el pasado 2 de diciembre, sostiene que WeiWei es por sobre todo un artista poético.

La obra de este revolucionario, impulsada principalmente por su necesidad de activismo social, impacta en todo el mundo y es relevante no sólo en la historia del arte contemporáneo y el público general, sino también en el mercado. Entiende tanto el código occidental como el oriental, algo que muy pocos saben manejar y utiliza ese recurso para denunciar las injusticias que ha tenido que vivir en primera persona a causa del régimen, sufriendo el exilio y encarcelamiento de familia, amigos y hasta en carne propia, desde muy joven. 
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«La obra de este revolucionario, impulsada principalmente por su necesidad de activismo social, impacta en todo el mundo y es relevante no sólo en la historia del arte contemporáneo y el público general, sino también en el mercado.»

La pregunta es, ¿por qué Ai Wei Wei se ha vuelto semejante fenómeno? En primer lugar tiene que ver con el hecho de que si bien para muchos es considerado el artista más famoso del mundo, en China su nombre está prohibido. Sus trabajos están centrados en la denuncia de un régimen comunista, la necesidad de la libre expresión y las injusticias socio-culturales en términos generales, como los problemas migratorios, que parecen no tener solución. De hecho una de las obras más impactantes de la muestra, pensada como una especie de antología, remite puntualmente a esa temática. Wei Wei hace uso y abuso, en el buen sentido de la palabra, de la arquitectura, el espacio público y hasta las redes sociales para dejar su mensaje bien claro, porque si hay algo que no pasa desapercibido es lo mucho que tiene para decir, en especial como figura disidente. 

En la primera parte de la muestra hay dos obras que llaman la atención, Surveillance Camera with Plinth (Cámara de vigilancia con pedestal), una cámara hecha en mármol que remite a un episodio de su vida personal, cuando el estado chino colocó cámaras alrededor de su casa para registrar sus movimientos. La contra-respuesta del artista fue hacer lo mismo pero posicionando los aparatos hacia afuera y de esta manera otorgando todo el material de registro existente, haciendo de la primera acción algo obsoleto. Esta es sólo una de las obras que registran los actos de persecución que ha vivido. 

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«La pregunta es, ¿por qué Ai Wei Wei se ha vuelto semejante fenómeno? En primer lugar tiene que ver con el hecho de que si bien para muchos es considerado el artista más famoso del mundo, en China su nombre está prohibido. Sus trabajos están centrados en la denuncia de un régimen comunista, la necesidad de la libre expresión y las injusticias socio-culturales en términos generales, como los problemas migratorios, que parecen no tener solución. «

La más polémica fue su detención durante 81 días, secuestro de su pasaporte y eventual exilio en 2011. Al momento de su arresto, dado que se le exigía el pago de 1,7 millones de euros por evasión de impuestos, emitió pagarés por medio de un crowdfunding, que se compraron en todas partes del mundo. Ailuego se embarcó en la tarea de devolver la plata prestada, pero muchos prefirieron quedarse con el documento como forma de tener alguna obra suya. La acción fue incorporada a la muestra como empapelado, al igual que «Fuck off» que forma parte de una serie donde el artista exhibe el dedo frente a diferentes edificios o monumentos emblemáticos alrededor del mundo. Lo irónico es que en oriente, a pesar de la intención crítica, no tuvo repercusión porque para su cultura ese gesto no significa nada. De nuevo, como bien explica el curador, estas obras nos enseñan el valor detrás del trabajo de Wei Wei de entender los códigos de ambos mundos.

Otra obra contradictoria es «Dropping a Han Dynasty Urn» (Dejando caer una urna de la dinastía Han) donde se presentan tres retratos en forma de secuencia, hechos en legos, que muestran a Wei Wei tirando al suelo una urna, emblema máximo de su cultura. Para empezar la compañía de Lego no le permitió adquirir el producto para hacer sus trabajos, por lo que todo lo que consiguió fue por medio de donaciones de personas anónimas. Por otro lado está el tema de la imagen, que si bien para la gran mayoría puede ser entendida como un acto ofensivo, tiene una segunda connotación y es que Mao Tse-Tung alentaba a la destrucción del pasado. Por lo tanto, al contrario de los que podríamos suponer, está denunciando esas acciones de vandalismo que buscaban ir en contra de la tradición y el pasado de su país.  
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«Otra obra contradictoria es «Dropping a Han Dynasty Urn» (Dejando caer una urna de la dinastía Han) donde se presentan tres retratos en forma de secuencia, hechos en legos, que muestran a Wei Wei tirando al suelo una urna, emblema máximo de su cultura.»

La salas que siguen se enfocan en obras políticas en la mayoría de los casos, de las cuales se destacan dos y que demuestran el verdadero poder detrás de las obras de Ai Wei Wei, a quien podemos entender como uno de los último artistas reaccionarios que se mantienen firmes en el campo del arte actual. Una de ellas es  «Sunflowers» (semillas de girasol), donde empleó a 1600 mujeres de la ciudad de Jingdezhen para producir cien millones de semillas de girasol de cerámica, que representan a la mujer silenciosa en la sociedad china. Son también una metáfora de ese país, como creador de réplicas artificiales de elementos naturales, como bien explica Dantas. Por otro lado la acción que generó creó un cambió de paradigma en el pueblo, permitiendo a la mujer tomar un rol protagónico y tener la oportunidad de convertirse en generadora de ingresos, logrando un cambio social a través del arte. 

Ley de viaje (Prototipo B) representa el punto de contacto de los refugiados con las costas europeas y el primer encuentro entre ellos y Ai Wei Wei, quien reconoce en este conflicto una crisis humanitaria. El artista fue a las isla de Lesbos, Grecia, donde produjo obras con esas personas que llegaban en los barcos. De esta manera creó un proyecto que empleó a los refugiados para que  pudieran ganar dinero y realizar al mismo tiempo una obra simbólica de su historia.

Por último, «Forever» Bicycle (Bicicletas «Forever») es la pieza monumental que nos recibe y despide en la entrada de Proa, construida con 1254 bicicletas. Es un punto de encuentro entre el afuera y el adentro, un homenaje a la vida cotidiana de su país y un ícono de sus costumbres.

– Fotos: todas las fotos son gentileza de PROA –

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