Arrancó la tercera edición de Bocas Abiertas, el festival gastronómico del Bajo de San Isidro. Hasta el domingo 27 (abre a las doce y cierra a la medianoche), el Centro Municipal de Exposiciones (Del Barco Centenera y el río) es el lugar donde se reúnen todas las propuestas gastronómicas de la zona. En un predio frente al río, se instalaron los cuarenta puestos de restaurantes y reconocidos chefs, como Felicitas Pizarro y Christophe Krywonis. Es una gran oportunidad para degustar platos variados y ricos, en un ambiente muy relajado. Un plan que invita a disfrutar con tranquilidad del aire libre, con espacio para hacer una pausa entre plato y plato. Un oasis para los amantes de la gastronomía, con los exponentes de un polo que no para de crecer. Además, hay un mercado de compras y charlas de chefs y sommeliers, como Juliana López May, Mauricio Asta, los hermanos Petersen y Juan Braceli, entre otros. MALEVA, como ya es costumbre nuestra (re venimos bancando a Bocas Abiertas desde la edición número 1), lo recorrió y eligió diez platos imperdibles.
ESTOS SON LOS DIEZ PLATOS IMPERDIBLES DE BOCAS ABIERTAS 2015:
El puesto del restaurante Alos’s tiene mucha energía. Detrás del mostrador, los chicos del equipo invitan a probar sus platos con buena onda. Las mollejas son una gran idea para empezar el recorrido. Las sirven con bizcochuelo y puré de cebolla y escabeche de ajo y almendras. Una combinación excelente. También, para los vegetarianos, preparan una ensalada de nabo, colinabo, remolacha blanca y zanahoria amarilla que vale la pena probar.
“Todo lo que comés en un asado, adentro de un sándwich”, dice Felicitas a MALEVA con una sonrisa. ¿Qué tiene? Tapa de asado braseada con vino tinto, muchas especias, el “hardcore” chimichurri y salsa criolla. Mucho condimento, mucho sabor. Vale la pena. También hay brochetas de cerdo (bondiola, panceta, morrón, cebolla y salsa dulce y picante de chiles) y berenjenas a la parmesana, para los vegetarianos.
José Dell’Acqua, gorro de capitán y vaso de vino en la mano, comanda el puesto de La Anita, el restaurante que fundó hace ocho años. Los langostinos están buenísimos y los sirven con mayonesa de wasabi. Una receta simple y efectiva. Salen en cono (igual que las rabas), y son ideales para comer mientras se recorre el resto del festival.
Dos de los restaurantes pioneros y más convocantes del Bajo de San Isidro (ver nuestra nota http://bit.ly/1IQ9NQr ). Sus dueños, Facundo Roca y Nacho Petersen, cranearon menús simples y de buena calidad. El puesto, no podía ser de otra manera, también es uno de los más convocantes de la feria. Las pizzas a la parrilla ya son un clásico, pero el sándwich de bondiola estofada, queso cheddar, salsa barbacoa y rúcula merece una distinción.
“Cocina de autor”, avisa el cartel del puesto. Los platos los sirve el chef Martín Lukesch, que se encarga de prepararlos hasta el último detalle. La trucha sale con arvejas frescas, pickle de cebollas, emulsión de limón y aceite de oliva. “Las truchas las traemos de un criadero en El Bolsón, sobre el río Limay, y las cocinamos a 45 grados durante veinte minutos, el punto ideal para un pescado semigraso”, explica Lukesch. También sirven un huevo de campo 63° y una crème brûlée con piel de naranjas confitadas. Una de las opciones gourmet de la feria.
En el puesto de la reconocida escuela de cocina (que también tiene un café) el fuerte es la pastelería. El trufado de chocolate con panna cotta y biscuit de pistachos es una suave tentación para los amantes de lo dulce. Para que esta delicia de chocolate no se derrumbe le hacen un aerografiado de chocolate y manteca de cacao. No tiene gelatina, dicen orgullosos. Además, hay espuma de limón y maracuyá (elegida por Maleva en la edición anterior) y unos financier de pistacho o de banana y coco.
Pura es el puesto para quienes buscan la opción vegetariana. Los rolls con masa deshidratada de espinaca y manzana, rellenos con brotes, repollo, verdes y mayonesa de zanahoria están buenísimos. La textura de la masa, un poco dulce, contrasta muy bien con las verduras crocantes de su interior. Además, son orgánicos y aptos para celíacos. Una propuesta diferente y saludable que sorprende.
El puesto del cocinero que conquistó al público en el programa de televisión MASTERCHEF es una de las opciones francesas de la feria. El croque monsieur, el plato que más sale, dicen en el puesto, es un tostado francés. Pero no cualquier tostado. Tiene salsa bechamel (una salsa blanca condimentada), jamón cocido y queso gruyere. ¿El secreto? Está gratinado por dentro y por fuera. Una vuelta de tuerca que le queda muy bien.
En Captain Cook se dedican a las diferentes cocinas del Sudeste Asiático (Tailandia, Vietnam y China). Es una buena opción para familiarizarse con los sabores de esa región, que en sus platos combina salado, dulce y picante, muchas salsas, y todo siempre acompañado con una porción de arroz. El mon ngon thit lon son albóndigas de cerdo servidas sobre una base de arroz con salsa home made teriyaki. El picante es a gusto.
Rollando es una cocina ambulante que se dedica a preparar platos para comer de pie y al paso, así que las ferias gastronómicas son su hábitat natural. El roll de banana al curry, yogur armenio y miel es una opción dulce distinta. Masa crocante, mucho relleno y mucho sabor. También hay una versión salada, de asado y chimichurri, con papas alioli y salsa barbacoa. Las porciones son generosas y potentes, algo que no se debe despreciar nunca.
TODA LA DATA DE LA FERIA EN ESTE LINK: http://www.bocasabiertas.com.ar/
