Desde una «torre de mariscos» de un elegante restaurante peruano en la «Manzana de las Luces» hasta una rica parrillada marina de una esquina de Palermo en la que te sentís en Mar del Plata (¡incluso tienen sillas playeras tipo las de la costa!), pasando por una coordenada italiana donde tu paladar se va a sentir en el mediterráneo/Desde pulpo español hasta pescados patagónicos
La gloriosa plancha de La Mar, de inspiración peruana (foto gentileza La Mar y PH María Florencia Cabrera)
Casi se escuchan las olas: cinco parrilladas de mar para sentirte de vacaciones en Buenos Aires. Por María Paz Moltedo.
Celebrar el verano en la ciudad también es posible, y más si te dejás llevar por la atmósfera de estos restaurantes que entendieron que para comer productos de mar, no es necesario estar cerca de una playa. Todos ellos se encargan a diario de recibir pescados y mariscos para después ponerlos a las brasas con dedicación, y transformarlos en un festival de pescados y mariscos, que te van a hacer viajar por el Mediterráneo, la Costa Argentina, y hasta la Italiana, en simultáneo y sin escalas.
1) LA TORRE DE MARISCOS DE PUERTA DEL INCA / BOLÍVAR 373, SAN TELMO
El histórico Pasaje Belgrano de San Telmo, hoy transformado en el Casa Lepage Art Hotel, es un lugar mágico, que te transporta a otro tiempo. En esta especie de oasis dentro de la historia pisa fuerte Puerta del Inca, el restaurante peruano a cargo del chef Luis Hizo Martínez, que mantiene intacta gran parte de la arquitectura del antiguo edificio y lo fusiona con toques súper elegantes como sillones Chesterfield, cuadros gigantes y una barra de mármol imponente con cocktails a cargo del bartender Gastón «Tonga» Rodríguez. La parrillada de mar es tan voluptuosa como las dimensiones del salón: Tienen una parrilla de mariscos para dos, con pulpo, cola de langostinos, tubo de calamar y filet de lenguado, con verduras, aromatizada con chimichurri de perejil. Y otra, la gran fiesta, la parrilla de mar y tierra para tres, que trae pulpo, langostinos, mejillones, salmón rosado, calamar, mix de hongos y verduras a la plancha.
La altura de esa bella torre de mariscos, realmente va a quedar guardada en tu retina y en tu paladar. Tonga recomienda maridarla con alguno de sus tragos más frescos: el Lima Mía (Hendricks, licor de sauco Golden Age, miel de pepino y jugo de limas), o El Alma Al aire (Gin Mare, licor de sauco Goldean Age, syrup de jengibre, jugo de lima y agua tónica), o el Chilcano de Pisco (Pisco Viñas de Oro Acholado, jugo de limas, gotas de angostura y Britvic Ginger Ale).
2) LA INOLVIDABLE FIESTA DE COLORES Y SABORES DE LA MAR – ARÉVALO 2024, PALERMO
La magia de Gastón Acurio, creador de los restaurantes peruanos más prestigiosos del mundo, no podía faltar en la parrillada de mar que sirven en esta sede de La Mar, que porta y transmite esa esencia festiva, bella y alegre, que te hace sentir de vacaciones. Según Gustavo Montestruque, actual chef del restaurante, su parrillada es un clásico, porque: «encierra toda la generosidad que nos caracteriza; es nuestra versión de los anticuchos de la calle, típicos de Lima, pero con productos marinos. Es una de las estrellas, y se nota cuando pasa por el salón, humeante, llenando la sala con su olor». Ese elixir que describe Montestruque es la plancha anticuchera de pulpo y chipirones a la parrilla en salsa de anticucho, con papitas mortero y choclo.
3) EL ELEGANTE FUEGO DE FERVOR (TODAS LAS NOCHES LLEGAN PESCADOS DE MAR DEL PLATA, QUEQUÉN Y PUERTO SAN JULIÁN ) / POSADAS 1519 – RECOLETA
Esa casona antigua con techos altos, que te sorprende con detalles como una araña gigante hecha con cubiertos, un piso damero, y una barra de mármol y madera, no solo es reconocida por sus carnes maduradas, sino también por la excelencia de su gran parrillada de mar. Todas las noches llegan pescados y mariscos frescos desde la Banquina de Mar del Plata, desde Quequén, y la pesca de profundidad desde el Puerto San Julián. Después es Alejo Waisman, el chef, quien se encarga de poner sobre la parrilla a las brasas todo este festival de pescados y mariscos; la parrillada trae lenguado, corvina, salmón blanco y rosado, trucha salmonada, abadejo, langostinos, chipirones, vieiras, pulpo español y ostras, acompañados por dips de salsas y varias opciones de guarniciones, como las verduras grilladas. Recomiendan maridarla con los vinos blancos frescos y jóvenes como los sauvignon blanc o chardonnay que ofrecen en la carta.
4) LA PESCADORITA: PARA SENTIRSE EN MARDEL, PERO EN PLENO PALERMO – HUMBOLDT 1905, PALERMO
El sireno que te recibe en la puerta ya te invita a relajar y conectar con un mundo playero, de ensueño. Todo lo que sucede después, va en ese mood: el de vivir un momento descontracturado y al mismo tiempo platos de mar como la abundante parrillada de mar, que el chef David Ribugo elabora junto a su brigada, después de recibir el pescado fresco que viene en un barco pesquero de Mar del Plata. Trae la variedad de la pesca fresca del día, que siempre tiene dos o tres tipos diferentes, langostinos Jumbo número 1, salmón rosado, chipirones, mejillones enteros chilenos y pulpo español (cocido a baja tempertura durante cinco horas a 77 grados). Se cocina todo a la plancha, en diferentes tiempos, con un toque de aceite de oliva extra virgen. Recomiendan maridarla con vino blanco o rosado, y acompañarla con la ensalada fresca de tomates reliquia con aceto, limón y oliva o con las papas bravas con salsa brava y alioli, si es que buscás una guarnición más power.
5) A LA ITALIANA EN SOTTOVOCE (PRUEBEN EL «MISTO DI MARE») – ALICIA MOREAU DE JUSTO 176 – PUERTO MADERO
Si tenés ganas de turistearla un rato, podés ir a dar un paseo por Puerto Madero y darte el gusto de probar el «Misto di Mare» de este clásico restaurante de verdadera cocina italiana. Incluye pulpo español de Rías de Galicia, la pesca blanca del día, salmón rosado, chipirones, langostinos del Atlántico Sur, vieiras, mejillones, almejas y trucha -si es temporada y si llegó fresca en el día-. Viene acompañada de vegetales grillados a las brasas.
Las fotos son todas gentileza de los restaurantes mencionados (fotos Fervor Rodrigo Ruiz Ciancia)