El tiempo es algo que me obsesiona. Cómo transcurre, cómo pasa, cómo se escapa, cómo pesa, cómo funciona. Los griegos tenían tres palabras para referirse a él: Aión, Kairos y Kronos. Kronos y Aión eran deidades, Kairos una suerte de demonio. De Kronos deriva el tiempo cronológico, el tiempo del reloj; Aión en cambio es el tiempo fuera del tiempo, el tiempo de la contemplación, del sueño, de lo eterno. ¿Cómo llegamos al Aión? A través del Kairos. El Kairos es el milisegundo, es el ahora, el acontecimiento, el presente donde el tiempo y la eternidad se encuentran.
El jueves 16 tuve la oportunidad de acceder al Ahín Wellnes & Spa del Palacio Duhau- Park Hyatt Buenos Aires. Fueron, sin exagerar, cinco horas en el paraíso. Un verdadero lujo: tiene una pileta climatizada semi-olímpica, un Fitness Studio, cinco spa “suites” para tratamientos holísticos y de belleza, incluyendo una suite húmeda o “Vichy Shower”. Los vestuarios están equipados con duchas, Jacuzzis y saunas.
Me recibieron con una variedad de tés, shots de jugos, frutas frescas y una extrema amabilidad. Pasamos a una de las cinco spa suites donde pude elegir la música y el tipo de aceite esencial para el masaje relajante.
- Todo está inspirado en una ceremonia ritual mapuche practicada en honor a un visitante, conocida como Ahín, en la cual se separa el día en tres fases: mañana, tarde y noche. Tanto la variedad de tés, pequeños jugos como los aceites esenciales y la música corresponden a una de estas fases.
- Durante la mañana se recomiendan los elementos energizantes: jugo de remolacha, espinaca bebé, zanahoria, manzana roja y eneldo picado, té de manzana, canela y vainilla y para el masaje aceite esencial de romero. La tarde es momento de nutrición por lo que se utilizan aceites esenciales de coco o almendra, té de rosa mosqueta, almendra, cáscara de nogal y frutos rojos surtidos. A la noche: relax, aceite esencial de rosas o lavanda, jugo de frambuesa, durazno, leche de soja, aloe vera y almendra.
- La novedad: el spa lanzó menú especial de ceremonias encantadoras, programas para disfrutar en pareja o entre amigos como el Romantic Day Spa para dos personas que incluye el circuito de gimnasio, la pileta y el sauna, una sesión privada de jacuzzi con infusión de hierbas, un masaje relajante de 60 minutos y finaliza con un aperitivo italiano en Gioia Restaurante & Terrazas. Todos los programas finalizan con un momento
Confieso que durante el masaje no gané la batalla contra el ininterrumpido fluir de la consciencia. Sí me aflojé, e incluso lloré. “Perdón, no sé porqué lloro” le expliqué a Luján, quien con dulzura me aseguró que era normal, que en el masaje se generan movimientos energéticos, que era profesora de yoga y sabía de eso.
Luego del masaje me invitaron a probar el resto de las instalaciones. La experiencia culminó en una degustación del extenso menú de ensaladas y platos tibios con verduras de estación.
En el almuerzo hablamos del afuera. De una realidad política, económica, social. De una Buenos Aires complicada que nos envuelve en una enorme vorágine frenética.
Yo ya estaba cambiada y lista para salir a ese mundo regido por Kronos, el tiempo cronológico, y para mi sorpresa me invitaron a relajarme nuevamente en la pileta. Fui casi a mi pesar, con un libro.
Sanitas per aquas, sanar con el agua, de ahí viene el acrónimo SPA, pensaba mientras contemplaba la pileta y sentía como finalmente me rendía y entregaba el cuerpo, el pensamiento, entrando lentamente al tiempo del Aión. El combo letal de la calma y paz que emanan todos los elementos del spa, más la ceremonia ritual mapuche y la impecable hospitalidad insigne del Palacio Duhau arremeten implacablemente contra Kronos, y salen victoriosos.
Para mayor información y reservas: 5171 1240 o visite www.buenosaires.park.hyatt.com.ar
Por Paula Eleod