Además de los horizontes oceánicos, el sol, y el espíritu revitalizador del verano, también la gastronomía nos puede sacar una sonrisa en Punta del Este, Pinamar, y Mar del Plata. En estas tres ciudades balnearias hay opciones sofisticadas de alta cocina, que se destacan por su atmósfera chic y por sus platos de excelencia. Lugares lindos, con visuales impactantes, y donde se come rico. Acá les dejamos una lista Maleva de diez a los que no pueden dejar de ir.
Frente al mar de Playa Grande, en el tercer piso del hotel Costa Galana, está el rincón francés del reconocido chef Jean Paul Bondoux. Cada vez que voy a La Bourgogne tengo la necesidad de elegir el menú degustación (da sensación de paz estar probando todo lo que sé que debería estar probando.) Una propuesta de sabores de inspiración gala, las «ideés du jour», con toques marinos. El salón es bellísimo con su maravillosa vista al mar, pero lo que le da el toque especial y romántico – sin duda ideal para ir en pareja – es el pianista que acompaña musicalizando la cena.
Hace 10 años, el chef Patricio Nero junto a su mujer Fernanda Sarasa, crearon un negocio familiar que rápidamente se consagró como uno de los mejores restaurantes de Mar del Plata. Vale la pena hacerse una escapada al centro para degustar los platos de Nero. Pescados, frutos de mar, verduras, frutas, hongos. Sarasa Negro hace hincapié en la frescura de sus alimentos y en la experimentación de sus platos. Vieiras marinadas con cous cous de tomate, besugo asado con puré de castañas o raya con jugo de hinojo son algunos de los platos estrella.
Antes que nada voy a decir que cuando fui a Las Barcas, en el primer piso del Sheraton Hotel, con vista panorámica al mar, tuve la suerte de presenciar una hermosa tormenta sobre el mar. Perfecto para una cena romántica, la carta es estacional y está acompañada siempre de un espectáculo musical de fondo. Influenciado por la cocina italiana y mediterránea, la Chernia Las Barcas (lleva langostinos, alcaparras, rúcula y cognac) y los ostiones rellenos son los recomendados por el chef.
La propuesta de La Gamba es sencilla y al pie: frutos de mar y mariscos a orillas del mar (y cuando digo a orillas del mar es completamente literal). Por las noches, además, prenden reflectores que iluminan la playa y de repente todo es mágico: es comer viendo las olas, en la misteriosa noche. Se pueden probar cosas como la Tabla La Gamba (salmón ahumado, gambas, caviar, mejillones a la provenzal y boquerones) o Sambal con frutos del mar (sorprendente combinación de mariscos a la sartén con especias y condimentos, acompañados de arroz blanco).
«Antes que nada voy a decir que cuando fui a Las Barcas, en el primer piso del Sheraton Hotel, con vista panorámica al mar, tuve la suerte de presenciar una hermosa tormenta sobre el mar. Perfecto para una cena romántica, la carta es estacional y está acompañada siempre de un espectáculo musical de fondo.»
Cuando entres en Il Garda, seguramente te va a recibir la dueña Doña Marí que, con un marcado acento italiano, asegura que es la heredera de la tradición culinaria romañola de su familia materna, con la que vino de Italia cuando tenía 19 años. De más está decir que la especialidad son pastas y destacan fervientemente los Canelones alla panna. El lugar es amplio, cómodo, concurrido y luminoso. Y un súper clásico pinamarense que está abierto todo el año. Tal vez no sea estrictamente alta cocina, pero tiene los pergaminos para que quien quiera comer bien, le de una oportunidad.
Para los que tuvieron la oportunidad de visitar Estancia Vik, no hay nada igual. Para que se den una idea: Imaginen una increíble estancia colonial uruguaya en medio un paisaje natural bucólico, una llanura rodeada de ríos y lagos. Allí dentro, en medio de una experiencia de arte y arquitectura, con grandes esculturas e inmensas pinturas, Marcelo Betancourt es el chef ejecutivo que maneja un restaurante que trasciende completamente lo culinario. Único. La gastronomía es uruguaya, y mediterránea. Increíbles mariscos, carnes asadas y más de medio millar de botellas de los mejores vinos.
Si bien El Palmar es un almacén para comprar pan francés y delicatessens de lujo, también es un restaurante muy distendido del ya mencionado Jean Paul Bondoux. Tiene un jardín colorido y pintoresco donde predomina la madera como decoración. La vegetación rodea el lugar dándole un ambiente súper chic, pero con algo rústico y acogedor. Es como ir a casa de tu madre a que te prepare comida casera y riquísima, Tip: nadie que haya visitado El Palmar deja de hablar de su Crème brûlée
«Para los que tuvieron la oportunidad de visitar Estancia Vik, no hay nada igual. Para que se den una idea: Imaginen una increíble estancia colonial uruguaya en medio un paisaje natural bucólico, una llanura rodeada de ríos y lagos. Allí dentro, en medio de una experiencia de arte y arquitectura, con grandes esculturas e inmensas pinturas, Marcelo Betancourt es el chef ejecutivo que maneja un restaurante que trasciende completamente lo culinario.»
Con más de cuatro décadas de existencia, siendo uno de los restaurantes más antiguos del lugar, El Floreal se encuentra escondido en medio del bosque de San Rafael. Si bien su fuerte es la repostería artesanal a la hora del té, también se puede sentir la naturaleza del lugar en sus delicados cocktails y sus platos preparados con productos cosechados en la huerta orgánica del establecimiento.
El restaurant y hotel de Francis Mallman en Pueblo Garzón está entre lo más alto de la gastronomía regional. El famoso chef vuelve a sus raíces cocinando productos locales con técnicas ancestrales, en un entorno simple y chic como pocos. Lo mejor: Como el salón está ubicado con vista a los fuegos, mientras degustaba alguno de los vinos especiales de la casa, podía mirar cómo preparan para mí el lechón braseado y dorado al horno de barro con ensalada de migas de pan Brioche.
Il Baretto es lo que se denomina comúnmente cocina mediterránea gourmet. Estar sentado en el jardín con vista al puerto y escuchar la música en vivo, combinado con la preparación de los platos y la gran carta de vinos, hicieron que Il Baretto sea uno de los lugares que tengo que visitar si paso por Punta del Este. La lasagna Baretto (Lasagna de ragú de carne, hongos porcini, crema y parmesano) y los tortelloni alla petroniana son, como diría mi abuela, para chuparse los dedos.
Fotos: gentileza Vik, Las Barcas/Floreal site y Trip Advisor