Seamos sinceros: Belgrano no es un barrio que se caracterice por sus propuestas gastronómicas, o de moda, o cancheras en general. Sí, es una zona lindísima para pasear entre sus túneles de árboles y casonas imponentes, un sector plagado de embajadas opulentas e incluso un barrio rico en buenos colegios, pero para todos los que vivimos en él, cuando pensamos en salir a comer o ir de compras, es común enfilar el GPS para otros lares. Especialmente si estamos en la zona comprendida entre Juramento, Libertador, Cabildo y Maure. Sin embargo, desde hace un tiempo, una sola manzana está liderando la revolución. Se trata de aquella que engloba la Casa del Ángel, entre Cuba, Sucre, Arcos y Echeverría. A continuación, un recorrido por cuatro cuadras que por sí solas valen la visita al barrio.
Todavía no tiene tantos locales en la Argentina. Por eso, que la cadena belga Le Pain Quotidien haya elegido el Paseo del Ángel como la sede de uno de los cuatro que abrió (ya que estamos: sepan que esta semana abrió un local en Mar del Plata), es todo un reconocimiento. De dos pisos, con mesas adentro y afuera y su clásico y orgánico menú de tartines, ensaladas, pains au chocolat y panes caseros, entre otros, los belgranenses aplauden la moción y lo recompensan con un local siempre lleno. En el otro extremo de la manzana, mientras tanto, Tea Connection se adueña de una esquina desde la que seguir conquistando paladares con sus personalísimas aguas de fruta y sabrosos sándwiches, ensaladas, platos más elaborados y distintos postres y otras dulzuras. Aunque si de dulce se trata, mejor encarar para Nucha, sobre Sucre, que aunque tiene un local pequeño, todas sus especialidades están disponibles para llevar en el momento, sean tortas enteras, cuadrados, chocolates, budines, bocaditos salados, cookies o hasta regalos corporativos. Finalmente, sobre Cuba, en una antigua casa reciclada, se erige el primer Möoi, el niño mimado de la chef Jessica Lekerman (que acaba de abrir su tercera sucursal en el Paseo de la Infanta). Con impronta shabby chic, este restaurante abierto de la mañana a la noche propone sabores tan increíbles como saludables, porque aunque pareciera que uno está a punto de desbarrancar frente a unos waffles con dulce de leche, resulta que su masa es integral, o que el salmón está recubierto de semillas energéticas, o que las tortas tienen azúcar mascabo, entre otras sorpresas agradables. Una cocina de mercado, natural y casera, apta tanto para cita como para té de amigas.
¿Pensaste que tenías que internarte en un shopping para cumplir con todos tus regalos de Navidad? Te tengo una gran noticia: en la manzana del Paseo del Ángel hay opciones de consumo para todos los gustos y edades. Uno de mis preferidos, por caso, es la librería Tiempos Modernos, sobre Cuba. Con 14 años en el barrio, es un punto de referencia en libros de arte y pintura decorativa, pero es además un local tranquilo en el que hojear textos sin apuro, entre el maravilloso perfume de las hojas recién impresas y la luz del sol intermitente que se cuela entre los árboles de la cuadra. Un dato: para aquellos que lo deseen, también tiene venta online (www.tiempos.com.ar). A la vuelta, sobre Sucre y también girando en Arcos, comienzan las marcas de ropa: Lacoste, Daniel Hechter, Rubén Portela, Prüne, Giesso, Asterisco y Á la page, entre otras, aunque si hacemos trampa también podrían contar las que se ubican sobre Sucre pero en la mano de enfrente, como el clásico Lonte, el novísimo Sofía de Grecia o el muy señorial Glenmore (ideal para comprarle pijamas a papás clásicos). O sobre Cuba, donde la fábrica de productos especiales en fundición de hierro Lafont abrió su primer local, con ollas, cacerolas y planchas que no tienen nada que envidiarle a Le Creuset. Además, también hay lugar para los accesorios. Portan ese estandarte el local de Swatch, pequeño pero siempre pleno de las últimas novedades, Bleu, con relojes de lujo, y Optical System, con anteojos de Ray-Ban, Oakley y Prada, entre otras marcas. Finalmente, un detalle que hará las delicias de las madres y dueñas de casa: Compañía del Comercio, la clásica marca de géneros reina de la calle Arenales, tiene su sede también en Belgrano, con igual disponibilidad de metros y diseños de todas sus colecciones.
Cuatro cuadras también son suficientes para albergar tres peluquerías distintas (y eso que no estamos sumando el Cerini que está sobre Cuba, a media cuadra de la manzana fantástica). Una, sobre Echeverría, justo al lado de la clásica confitería Zurich, es Bouclè Salon Boutique, una peluquería joven, de diseño contemporáneo y gran selección de revistas para la espera. La siguiente aguarda sobre Cuba, parte de la cadena de VIP Peluquerías, con el estilo de los clásicos coiffeurs de los ’90 pero esos profesionales que se rastrean aunque se muden de local. Y en tercer lugar, sobre Arcos y al lado del supermercado Disco, Ingenio Creativo logra los mejores brushings y peinados para eventos.
Por estos días, de a poco la ciudad va cubriéndose de adornos y propuestas navideñas, y este paseo no es la excepción. De hecho, se jacta de ser una de las más logradas de Buenos Aires, con diseños y dos árboles altísimos que emulan los de Nueva York, incluyendo hasta una alfombra roja que le da prestancia al asunto e invita a varios a sacarse más de una selfie. En una mezcla simpática entre verano y fuentes refrescantes (al lado de cada una de las fuentes es donde se colocan los árboles) y decoraciones con nieve y alusiones invernales, la postal se roba varias sonrisas y hasta suma a un Papá Noel en los últimos días de diciembre.
Por último, un poco de contexto para aquellos amantes de la historia detrás de los grandes edificios y rincones de la ciudad. Donde hoy se levantan las torres que componen el centro del paseo y la manzana, hace varios años supo estar la residencia del Dr. Carlos Delcasse. Y allí, precisamente, se filmó la película “La Casa del Ángel” del gran director Leopoldo Torre Nilsson. De tendencias renacentistas y construida en la última década del siglo XIX, el frente de la casa estaba sobre Cuba, y sus jardines continuaban hasta Arcos. Impactante, tenía 20 habitaciones, una escalera de ébano labrado y una enorme terraza en el primer piso, pero quizás lo más llamativo era la figura alada que se encontraba en su planta baja. Muchos años después de la filmación, el Dr. Delcasse murió, y aunque su hija Carlota habitó allí por algunos años, finalmente se terminó vendiendo. Sin poder soportar el peso de la modernidad, fue demolida en 1977, para construir las torres y el paseo que hoy tantos disfrutan. La escultura del ángel, sin embargo, se salvó: hoy está en el Museo de la Ciudad.
Fotos: gentileza lugares mencionados