ALTA CIUDAD



 
ALTA CIUDAD
Por Sofía Almiroty
Buenos Aires es una ciudad plana en medio de una llanura interminable con apenas una barranca costera como único desnivel. Sin embargo, también es una ciudad de edificios. Según el último relevamiento oficial, hay más de 15.000 edificios de más de diez pisos y casi  2000 de más de 15. Muchos de los pisos altos tienen vistas grandiosas. En el último tiempo se está dando una tendencia de distintas opciones – gastronómicas, culturales, festivas – para aprovecharlas. Tomarse un Dry Martini escuchando relajado a un DJ consagrado, nadarse unos largos en una pileta climatizada,  disfrutar de una comida de primera después de recorrer un museo, bailar hasta la madrugada, o simplemente conocer mejor la génesis arquitectónica de la ciudad fomentando la adrenalina y el vértigo, hoy es posible.“Ver la ciudad desde arriba es fundamental para comprender el lugar que uno habita y la libertad que uno tiene” sostiene el arquitecto Néstor Zakim, asesor técnico de la Dirección de Patrimonio e Instituto Histórico porteña, que tiene un programa – “miradores de Buenos Aires” para visitar puntos con vistas claves de la ciudad. Maleva salió a buscar por su cuenta lugares que proponen disfrutar Baires desde arriba. Sin la magnitud de lo que sucede en Hong Kong, New York o Chicago – por citar algunas ciudades donde es muy frecuente aprovechar estar a cincuenta, cien, doscientos metros del asfalto para pasarla bien con amplios panoramas – la Capital parece estar dándose cuenta de que transcurrir al ras del piso no tiene porqué ser la norma. Subamos.
De copas por ascensor:
After El Living, piso 21, Av Corrientes 327

(Vista del obelisco desde El Living)
En el piso 21 de un edificio ubicado en la Avenida Corrientes 327, distintos miércoles de cada mes, el Club Alemán (un club cultural y de negocios que tiene 157 años) está organizando Living Buenos Aires, un after office de 6pm a 12pm.  “Está bueno tomarte algo mientras ves Colonia, el Obelisco, la Reserva Ecológica de Puerto Madero y la ciudad entera” explica la encargada de estos eventos, Charly Schlotmann. Desde exposiciones para conocer otras culturas, compartir un rato rodeado de extranjeros, escuchar música de diferentes Dj´s y degustar desde vinos hasta aceites de oliva, Living Buenos Aires o cualquier propuesta del Club Alemán es un buena excusa para poder escapara de la vorágine de la calle, elevarse y disfrutar. “Esto es para que la gente se conozca, pase un buen rato y salgan del loquero de la ciudad” especifica Schlotmann.
Sky Bar en la terraza del hotel Pulitzer, piso 13, Maipú 907

(Pulitzer Roof)
Otro punto inevitable es el Hotel Pulitzer en Maipú 907. A diferencia de los miradores que ofrecen más que nada vistas panorámicas, el bar en la terraza de este hotel es un lugar trendy y relajado con una propuesta de tragos y platos exquisita y original. Vanesa Gómez Fernández, Gerente de Ventas, explica que la terraza fue pensada “para disfrutar de un entorno relajado, donde tomar una copa y escuchar buena música”. Ubicado en el piso 13º de este hotel que tiene sedes en Barcelona y París, podemos encontrar el Sky Bar, un barra privilegiada que ofrece entre muchas opciones, tragos con té verde, agua de coco y pepino fresco. Este bar tiene una vista única para poder tomar algo y ver la ciudad que emerge hacia, y desde, todos lados.
En la última temporada de verano en el Pulitzer, los jueves en el Sky bar estaba el ciclo de Dj’s y bandas, High on the Roof. Este hotel ya tiene tradición en su interés por la música ya que la sede catalana es uno de los espacios ineludibles del Sónar, uno de los festivales más importantes del mundo. Este encuentro porteño lo propuso el sello Estamos Felices. “Como un lugar donde tomar algo y escuchar buena música, donde tener un programa para salir por la ciudad temprano, como en Berlín o Nueva York”, dice Martín Mercado, la persona detrás de todo. “Además tocaban Dj’s como Carlos Alfonsín, Gustavo Lamas, Maxi Trusso, entre otros, y uno, mientras tanto, podía ver Buenos Aires”, explica Mercado, mientras confirma que vuelve en noviembre con los jueves de High on the Roof, un dato primicia de Maleva.
 
El cielo del Principito
El mirador de Antoine de Saint Éxupery, Galería Güemes, piso 14, Florida 165
 

(Vista desde el mirador de la Galería Güemes, el único 360 del centro)
Ubicado en pleno Microcentro en San Martín 170, el Edificio Galería Güemes guarda uno de los secretos mejor guardados de Buenos Aires. Este es el único mirador con una vista 360º en la zona céntrica. Y en el sexto piso de este edificio vivió el célebre autor del “Petit Prince” Antoine de Saint Éxupery quien, como aviador, seguro le sacaba jugo a la vista notable (¡Hasta Uruguay!) de la Güemes. En 1929 escribió allí Vuelo Nocturno. Ahora se pueden ver desde arriba proyecciones con imágenes de la ciudad, pero para acceder hasta la terraza del piso 14 habrá que esperar unas semanas porque se está poniendo en valor para el verano. Zakim le adelanta a Maleva que en noviembre se va a poder acceder de noche, para disfrutar de una vista nocturna de la ciudad, donde se puede ver el juego de cúpulas que hay en Diagonal Norte y Florida hasta las luces de Colonia, del otro lado del Río.
 
Relax sobre la 9 de Julio
Spa y café del hotel Panamericano, 9 de Julio, Carlos Pellegrini 551, piso 23
 

(vista desde el spa del Panamericano)
El Hotel Panamericano es otro de los puntos que vale la pena visitar para pasarla bien viendo Buenos Aires desde arriba. Ubicado sobre la 9 de julio, frente al Teatro Colón y el Obelisco, uno puede subir hasta el piso 23 donde están el Spa y la Pileta para relajarse y reconocer los márgenes del Río de la Plata y toda una vista privilegiada del corredor Norte-Sur de Buenos Aires. “Tenemos que entender esa comunión geográfica que hay con el conurbano, y darnos cuenta de la ciudad metropolitana que habitamos como vecinos, y para la que nosotros gestionamos como gobierno porteño”, aclara Zakim entendiendo la perspectiva que su función requiere.
 
La ex confitería del ACA, la ciudad desde el primer edificio racionalista
Sede del Automóvil Club Argentino, piso 9, Av. Libertador 1850

(vista desde la ex confitería del ACA, se puede ir con el programa Miradores)
 
La terraza del ACA –Automóvil Club Argentino- de Libertador y Tagle es uno de los lugares estratégicos. Este edificio tiene un gran valor arquitectónico, porque además de ser el primer edificio racionalista de Buenos Aires, con la pureza arquitectónica propia de este estilo, se puede subir al 9º piso, a la que antes era la confitería del ACA, un lugar emblemático y en una esquina emblemática de la ciudad. Hoy si uno es socio, o se inscribe en el Programa Miradores puede subir para ver todo lo que puede abarcar Buenos Aires.
 
Gastronomía y arte, desde arriba
Terraza sobre San Telmo del MACBA, San Juan 328. 
El Macba –Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires- abrió sus puertas este 1º de septiembre. Este nuevo proyecto ubicado en la Av. San Juan 328 tiene su frutilla del postre: una terraza con una vista privilegiada de San Telmo. El día de la inauguración, el curador de la muestra “Intercambio global. Abstracción geométrica desde 1950” dio un simposio desde la terraza, donde los invitados quedaron absortos. “Queremos usar la terraza como el lugar dedicado a la gastronomía dentro del museo”, señala la Directora Artística del Macba, María José Herrera, y agrega, “queremos que la gente pueda venir y disfrutar de este espacio, de las 4 plantas enteras con sus diferentes muestras y también de la terraza con su vista privilegiada”. Este museo abrió sus puertas hace un mes, la terraza no está terminada, pero hay que estar atento, ir a conocerlo y subir hasta arriba, para poder admirar el sur histórico de Buenos Aires.
La arquitectura es una parte importante del registro histórico de un lugar. En Buenos Aires hay ciertas vistas que nos sirven para entender la génesis de la ciudad. Zakim, quien habla apurado mientras deja en descubierto su devoción por los estilos arquitectónicos que habitan Buenos Aires desde principios de siglo XX, cuenta que “ver la ciudad desde arriba es fundamental para comprender el lugar que uno habita y la libertad que uno tiene”, en contraposición al peatón que camina las calles y su avistaje está obstruido. Además, Zakim insiste en la importancia fundamental de conocer Buenos Aires desde otro lugar, ya que “desde las alturas uno puede ver esa inmigración que pobló Buenos Aires y el crisol de razas que se traza en la arquitectura”.