TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR

Todo tiempo pasado fue mejor

Por Sofía Almiroty

Instagram tiene 100 millones de usuarios activos mensuales y la marca Banana Republica acaba de lanzar su última campaña inspirada en la serie Mad Men. Instagram es una aplicación que le permite a sus usuarios compartir fotos intervenidas con filtros y lograr así alterar la temporalidad percibida, cambiar desde la paleta de color hasta el enfoque. En un mes arranca la sexta temporada de Mad Men, una serie de Liongate Television que se lanzó en el 2007, y utiliza como escenario de su relato una agencia de publicidad de Nueva York en los 60s. El Artista es el film que ganó el Oscar como mejor película el año pasado y valiéndose del blanco y negro. Los ejemplos siguen y las preguntas son varias. Lo vintage está de moda. La estética retro está por todos lados. ¿Por qué volvemos décadas atrás? ¿Es la búsqueda de cierta calidad, es por nostalgia, es porque se nos terminaron las ideas? Maleva consultó a varios especialistas para que echen algo de luz al respecto:

Lo antiguo siempre es romántico (aunque no necesariamente bueno)

Teo Wainfred es filólogo por la Universidad de Oxford y es curador de artistas y proyectos editoriales, entre otras cosas. Para Wainfred lo más importante a destacar en esta re-significación es la doble operación de la que formamos parte. Por un lado esta el objeto reivindicado, y por el otro el velo romántico con que se mira esa realidad que re-significa ese objeto. “Lo que hacemos cuando reproducimos el cafecito parisino es reproducir una idea absolutamente romántica que nosotros tenemos y que es lejana a la realidad de ese momento. La gente que en los 40s o 50s tomaba ese cafecito, estaba en París sumergida en un contexto de guerra, de destrucción en la calle, etc. De alguna manera a lo que uno remite no es la imagen en sí o la realidad esa en cuestión, sino lo que se relata poéticamente de ese momento”. Este velo de romanticismo con el que miramos el pasado es parte de la nostalgia que sentimos. “En esta nostalgia o en este tipo de situaciones que tienen que ver con eso, lo que uno reproduce carece de todos esos problemas frente a los cuales esa realidad se enfrentaba”, redondea Wainfred.

La culpa es del cine que “edulcoriza” la historia

Lo mismo pasa cuando usamos Instagram o intentamos reproducir el efecto Polaroid: “yo saco una foto ahora de mi casa, la llevo a un lenguaje formal y a un registro visual que tiene que ver con una época que me llegó a mi, en realidad, transformada como un romanticismo de esa época”. Para él, el cine es un gran edulcorador de la historia, “edulcora la realidad de un modo que una época se romantiza y empiezan a aparecer nostalgias, pero no son nostalgias a esa época, son nostalgias a esa imagen”.

¿Es una evasión del presente?
En su anteúltima película Woody Allen pone en boca de Hemingway una frase que resume la temática del film, “la nostalgia es negación, negación del doloroso presente”. De esta forma siempre podemos evadirnos románticamente de la realidad en la que vivimos si nos transportamos a ese lugar en otro momento del tiempo.

Las ganas de volver a la juventud

Para Agustín Diez Fischer, Licenciando en Historia del Arte y experto en Arte Contemporáneo Latinoamericano, nos cuenta cómo este planteo lo lleva automáticamente a la Berlín de los 90s y la Baader Prada -un neologismo que hace referencia al grupo militante antiimperialista aleman Bader Meinhoff y, paradójicamente, a la marca italiana exclusiva, Prada. “Esta es una manera de llamar a la moda de la banda Baader Meinhoff. En Berlín en los 90s te vendían una remera estampada con la figura del arma que uso Andreas Baader para suicidarse, por ejemplo. O las camperas que usan los chicos de ‘Goodbye Lenin’ son esas camperas militares y ese tipo de ropa que reivindica una ideología. Yo creo que en estos casos sí tiene que ver con volver a una nostalgia. Cuando uno es joven piensa que va a poder cambiar el mundo, y en los 60s estaba esa idea de riesgo, no sabías si te ibas a despertar y el mundo iba a volar por los aires. Entonces esta moda que surgió tres décadas después era una forma de buscar un sentido y una idea de pertenecer a algún lado”.

La relación de apego con objetos que se descartan constantemente

En el auge de las redes sociales, creamos relaciones constantemente, y lo mismo sucede con estos objetos-imágenes que revindicados actualmente. Para Diez Fischer “un objeto particular tiene un aura determinada y el objeto/imagen tiene un cierto carácter que te lleva a un momento. Con esto, uno crea una relación de permanencia con ese objeto que no lo va a encontrar en cualquier lado, menos hoy día, donde la tecnología crea relaciones efímeras permanentemente -porque sale un modelo nuevo de teléfono y el anterior ya no sirve-”. En esa relación de apego con el objeto surge el cariño que algunos tienen por su cámara Leica, su mesa restaurada o las copas que le regaló su abuela, y en esta “época efímera necesitamos que algunas cosas permanezcan”, concluye Fischer.

Simple: tal vez se ama lo viejo porque era mejor

Tomás Quatrino es Director Creativo de + Castro Innovation, una agencia de innovación que abrió hace dos años en Palermo y es considerada una de las más creativas del mundo. Quatrino cree que volver a una estética vintage o valerse de esos objetos tiene que ver con que “¡sencillamente eran mejores! Uno se enamora de una moldura de hace cincuenta año o se inspira en la Bauhaus porque eran diseñadores brillantes.” Da un paso más y explica que el mercado de la publicidad no está adelante de nada, sino que en publicidad se actúa por referencia. “Trabajamos con puestas en escenas que, en general, hacen referencia a una película o a una fotografía, y en este proceso referencial se toman prestadas estéticas de otros tiempos y de otras personas permanentemente”. Después de todo, la publicidad no escapa a las leyes del mercado, y si una fórmula funciona, es muy probable que se continúe.

Entre la nostalgia, la admiración, la permanencia y la belleza se debaten las razones por las que volvemos una y otra vez a inspirarnos en líneas estéticas anteriores que se afianzan en un mundo que cambia constantemente. 

 

Diseño y retoques: Lucas Lombard

Foto: CC-Yanfoto