"SI LA VIDA DEJA DE DARME VÉRTIGO, ALGO ESTOY HACIENDO MAL": SANTIAGO BILINKIS


 
«Si la vida deja de darme vértigo, algo estoy haciendo mal»: Santiago Bilinkis
Por Santiago Casanello
Fotos: Mariana Sapriza
El 9 de diciembre Santiago Bilinkis – paradigma local del emprendedor serial – cumplió 42 años. En su blog aclaró que prefiere pensar que llegó a su versión 4.2. Comentario que dice mucho de él: por su amor a la tecnología y por su manera de concebir la vida como un continuo desafío de superación. Lo cual empezó a demostrar cuando a los 25 fundó Officenet. Hombre inquieto – de chico quería ser inventor – este licenciado en economía, hizo en 2011 un curso de vanguardia científica nada menos que en la NASA. Fue seleccionado entre miles de candidatos. Entre cafés, habló con Maleva de esa experiencia, del futuro y de la cultura emprendedora.
 
NASA E INMORTALIDAD
¿Cómo llegaste a la Nasa?Yo de chico siempre quise ser inventor. Después me terminé dedicando al emprendimiento, pero siempre me quedó la espina clavada de mi pasión por todo lo que tiene que ver con la ciencia, tecnología e inventos. Cuando dejé Officenet después de 15 años quería volver a conectarme con ese mundo y se me cruzó de casualidad una institución llamada Singularity University, con una sede de la NASA en Sillicon Valley y apareció la posibilidad de irme a estudiar con los tipos más grosos del mundo en los campos de ciencia y tecnología más avanzados. Yo pensé que ni de casualidad me iban a aceptar porque es un lugar muy selectivo en el que escogen a algunos de miles y miles de postulantes. ¡Pero se ve que todavía no tienen bien aceitados los mecanismos de selección porque me eligieron! Y estudié temas como inteligencia artificial, robótica, biotecnología, nanotecnología, neurociencia.
¿Estabas al tanto de todo lo que te ibas a encontrar o hubo algo que te sorprendió mucho?Me sorprendí muchísimo. En general cuando pensamos en el futuro de la tecnología pensamos en los aparatitos que usamos, en la última tableta, y en realidad en estos campos los avances científicos y tecnológicos se van metiendo de manera mucho más profunda en nuestras vidas. A 10, 20 o 30 años las cosas van a cambiar de maneras muy profundas.
¿En qué?Por ejemplo en la radio hicimos una encuesta en la que le preguntamos a los oyentes cuánto pensaban que iban a vivir. El promedio fue 80, el más loco dijo 100. Y segmentando las respuestas sale que los que tienen 60 años y los que tienen 20, ambos creen que van a vivir 80. Vivimos bajo el supuesto de que la expectativa de vida humana no cambia. Eso es cierto para el pasado. Pero cuando ves las cosas que están pasando, te das cuenta que hay gente que está tratando de extender la vida no un poquito, sino de transformar y combatir el envejecimiento, que cuánto hace que estamos vivos sea un dato irrelevante respecto del estado de nuestro cuerpo.
¿La inmortalidad como algo factible?Cambiar el foco, de combatir las enfermedades que nos matan para estar sanos y morirnos de viejos, a pensar, ataquemos el problema de fondo, que la vejez no nos mate. Otros van a curar el cáncer y un ACV.
¿Y a vos cuánto te gustaría vivir?El verdadero salto tiene que ver con pensar la vida como algo que no tenga una duración definida: me gustaría vivir todo lo que se me antoje. Sé que probablemente no sea infinito, que tal vez después de 500 años sea aburrido y digas ya fue, o no, tal vez te dan ganas de vivir 1000.
Es que en un caso como el tuyo, que es el de un espíritu emprendedor, debés pensar si en tan poco tiempo hice tanto ¡cuánto podría hacer viviendo siglos!
Todo tiene un lado positivo y negativo. Mucha gente argumenta que la muerte, saber que el tiempo se acaba, es nuestro verdadero motor. Pero yo no creo en eso. No sé cómo sería el mundo donde la gente viva muchísimo más, pero me encantaría averiguarlo. Igual somos muy dichosos de estar viviendo en esta época que nos toca vivir y no te la cambiaría por ninguna anterior.
 
SI EN LA VIDA NO TE GUSTA DONDE TE LLEVA EL COLECTIVO, BAJATE
Siento que en vos hay algo de anti statu quo, el inventor inventa lo que no existe, el emprendedor se sale del camino típico de presentar un CV y ser empleado, ahora te metés con aspectos ya existenciales. ¿De dónde te vendrá eso?El primer artículo que escribí en mi blog era mi definición personal de emprendedor. A mí no me interesan las definiciones teóricas de los libros. Para mí un emprendedor es aquella persona que ve las mismas oportunidades que todos vemos cotidianamente, pero es el primero que decide arremangarse y ponerse a laburar para cambiar algo. El 90% de la gente ve las mismas cosas pero sigue de largo, y de repente tenés un emprendedor como Juan Carr que te crea la Red Solidaria y debe haber pensado «no puede ser que alguien se muera de frío en la calle, voy y le llevo un plato de sopa caliente».
¿Cómo lidiaste con la balanza en la que de un lado están los miedos y en el otro la tentación de animarse y la libido de crear?A mí lo que me hizo caer la ficha clarísimo es que cuando trabajé en relación de dependencia miraba a mi jefe y al jefe de mi jefe y yo no quería ser esas personas dentro de tantos años. Y el día que me di cuenta de eso, renuncié. No tiene sentido estar subido a un bondi que va a un lugar a donde no querés ir. No te tomés 60 bondis a Tigre si no querés ir a Tigre. Me sorprende mucho la cantidad de gente que vive vidas arriba de colectivos que no la llevan a un lugar que le interese ir. Pero hay que elegir lo que uno quiere y rápido. Si estás en el 60 a Tigre y querés ir a Constitución, bajate. Cuando elegís un norte, todo se ordena.
Mucha gente cree que no tiene más alternativa que ir a Tigre o un lugar determinado.
Yo creo que mucha gente no tiene idea de dónde quiere llegar y se fue viendo envuelta en una inercia. Yo en la vida tengo metas, y si un colectivo me aleja de ellas, me tomo otro. Me fui de Officenet porque si bien me acercó mucho, ya no lo hacía. ¡También hay que hacer combinaciones de subte! Estoy muy geográfico en mis metáforas (risas).
¿Y cómo reacciona tu entorno cuando les planteás estas cosas?Yo no soy un bajador de líneas, pero si tengo que bajar una sola, diría: no persigas los sueños ajenos. Tampoco el mío. Yo no impongo mi modelo. Si te llena ser gerente de IBM, está bárbaro.
El tema es que mucha gente se queja de sus vidas.
Claro, el problema es vivir la vida sin saber a dónde querés ir. Sé honesto con vos mismo y pensá en tu meta.
La queja puesta en factores externos también es un chivo expiatorio.
Es más fácil poner la culpa afuera que hacerse cargo de las propias limitaciones o dificultades, pero no es una receta útil, porque si ponés afuera el éxito y el fracaso no sos artífice de tu propia vida. Argentina no es un país fácil para hacer cosas. Está bien, pero si elegís vivir acá, hacete cargo del contexto y hacé lo que puedas.
 

 
 
LOS EMPRENDEDORES TIENEN QUE SUBIR EL EVEREST COMO SE DEBE
¿Virtud y defecto del argentino como emprendedor?El argentino enfrenta un contexto muy variable. Si algo no tenemos es estabilidad en el tiempo. Por lo tanto, es adaptable. De New York se dice que si podés hacerlo ahí podés hacerlo en cualquier lado. En verdad eso es mucho más cierto en la Argentina. Si te la bancás acá, después sos todo terreno.
Pero pareciera que hubiera una  cultura emprendedora cada vez mayor en el país.
Creo que es una moda. Si salís de Palermo Soho, 8 cuadras más allá la mayoría de la gente todavía elige el camino de ser empleado. En la medida que cada uno sea honesto consigo mismo y elija el camino que le cierra, está bárbaro. Lo que sí ves en Argentina es mucho entusiasmo y fervor emprendedor. Pero acompañado también de mucha ingenuidad. Por eso hay mucho nacimiento de empresas y altísima mortandad. No se piensa mucho cómo se construye una empresa. Un conocido me decía que pese a que intentaba, su emprendimiento no remontaba y me dio la impresión de que quería subir al Everest y todas las mañanas corría hasta la cima y un día le agarraba una avalancha, otro día se encontraba con una grieta. ¡Pero el Everest no se sube así todo derecho! Hay un modo de subirlo. Está el campamento base a 5000 metros para aclimatarse, todos suben por el mismo camino.
¿Y cuál es el error típico?Muchos no buscan inversores. Problemas de deuda en Argentina no hay porque nadie presta, o sea que la inversión es genuina. Y otros buscan inversiones sin seguir reglas clásicas. La inversión no la podés buscar de la manera que se te antoja.
 
SENTIR VÉRTIGO EN LA VIDA ES BUENA SEÑAL
¿No da vértigo llevar la vida con tu filosofía?Pienso que si pasa mucho tiempo sin que la vida me de vértigo estoy haciendo algo mal. Es la medida de estar poniéndote a prueba y exigirte. Si hacés cosas que te llevan a tu límite siempre pensás “donde me metí, cómo la piloteo” y eso es porque te estás llevando a tus límites. La primera vez que estuve sentado frente a un inversor en Wall Street, yo que nací en Caballito y crecí en Villa Crespo, me decía “¿qué hago acá?”.
¿Y cómo la piloteaste?Siendo consciente que no sos Maradona y que la pilcha te queda enorme pero proyectando hacia afuera una idea de solvencia, para que si vos hacia adentro pensás “qué diablos hago acá” no lo piense tu interlocutor. Tenés que parecer a la altura de los acontecimientos y bancarte el vacío interior de saber que estás haciendo acrobacia sin red. Uno igual se acostumbra a todo. A la quinta vez estar con un inversor de Wall Street ya no te mueve mucho.
 

 
¿Sobre qué sentís placer de polemizar?La polémica es un fin en sí mismo. Antes era más discutidor. En general el tema que más me apasiona discutir es el del pensamiento mágico versus el racional.
O sea que leés a Richard Dawkins.
Dawkins para mí es una de mis grandes guías. El Gen Egoísta es probablemente el mejor libro que leí en mi vida. Simpatizo mucho con la lucha que da de poner racionalidad en un mundo donde la gente piensa sobre todo en términos mágicos. Es imprescindible polemizar en ese campo, que la gente antes de aceptar algo, se pregunte porqué y si no tiene un fundamento sólido, descrea. Si pusiéramos un pensamiento crítico a las cosas que escuchamos diariamente, este sería un mundo mejor.
 
EN UN MUNDO TAN DESIGUAL, TODO DA CULPA
¿Qué cosa no te da culpa que te de placer?Todo me da culpa. Vivimos en un mundo con tantas desigualdades que casi todo lo que uno tiene es obsceno y para mí es muy difícil reconciliarse con eso. Me doy gustos pero los vivo con culpa. El ejemplo máximo es el ski, nunca voy a ir a esquiar sin sentir culpa. Creo que en este mundo no está mal darse gustos y sentir culpa en cierto punto.
¿Y qué te gusta hacer?Mucho pasar tiempo con mis hijos, el fútbol y el fútbol americano que no es para nada aburrido como muchos creen.
 
EL MAYOR MIEDO ES A UNA VIDA SIN PROPÓSITO
¿Cuando mirás el mundo del empleo, que es de la mayoría de la gente, que es lo que te da miedo?Hay una frase en inglés que traducida es cuidado con lo que deseás porque lo podés obtener. Tenés que elegir muy bien a dónde vas porque tal vez llegues y el peor escenario es que no te guste. Lo que más miedo me da es una vida sin propósito. A la vez yo soy organizador de Ted X Río de la Plata y me acuerdo una charla que dio Adrián Paenza que la cerró con una frase que me impactó muchísimo. Dijo: “llegué a la cima, no hay nada”. No creo que sea un mensaje de deseperanza como suena a primera mano sino que el mensaje es no es cuestión de llegar, sino de ir.
¿Cuál es tu pensamiento que te da fuerza?Soy muy racional, entonces intento no temerle a las cosas que no debieran ser temidas. Si pensás en la inseguridad – tuve grandes discusiones en mi blog con eso – para separar el miedo a las cosas que es lógico temer como que te asalten, a las cosas que no es lógico temer, como que te maten. La probabilidad de que te maten es ridículamente baja. Mucha gente dice tener pánico que se roben a los chicos en el shopping. ¡En el shopping no te roban a los chicos! No hay precedente de eso. Para mí es muy importante temerle a las cosas temibles ¿Tenés miedo a que te asalten? Sí, pero si pasa no es el fin del mundo. Si me sacan la billetera y el celular, una pena, ya me pasó un montón de veces, hasta me dejaron en calzoncillos, ni las medias, pero no porque me dejen en calzones voy a dejar de salir a la calle. Obvio que si te toca ser el 1 en un millón qué te importa la estadística. Pero sino hay que separar los miedos imaginarios a los reales. Yo cito mucho las estadísticas de homicidios. Ponele que hay 5 cada cien mil, si sos uno de los 5 es un tema, pero no hay nada más nocivo que el miedo injustificado. A mí me encantaba viajar en avión, cuando nacieron mis hijos, me empezó a dar un poco de miedito. Pero sé que es ridículo y no voy a permitir que me afecte más de lo lógico.
¿Qué le dirías a un emprendedor que está en el momento difícil de que pasó el entusiasmo?Que estás al volante y eso es algo muy lindo de ser emprendedor. Y si pasa algún inconveniente, vos tenés las herramientas en tus manos para poder salir de ahí, es lindo probar, hacer experimentos. El verdadero ametesamiento es dejar de hacer cosas.