Por culpa de Sandy, 14 días sin luz, agua ni calefacción. Pero N.Y se puso rápido de pie

 

Ts vacío
 
Culpa de Sandy
Por Conz Preti (texto y fotos)
Cuando nos dimos cuenta que estábamos en la zona de evacuación no entramos en pánico. Mi novio se ocupó de buscar un cuarto en el mismo hotel donde se estaba quedando su madre, o sea, iba a conocer a mi suegra en el medio de un huracán. Empacamos ropa para tres días y emprendimos nuestro viaje a pie hacia el hotel. Apenas salimos del edificio vimos a un patrullero frenar frente nuestro y a través del altoparlante anunció que estábamos en zona de evacuación y que debíamos dejar inmediatamente nuestras casas. Ahí nos cayó la ficha, breve ataque de pánico y una corrida a la farmacia más cercana para comprar agua y algo para comer. Las calles estaban vacías, al igual que los estantes de comida enlatada.
La primera noche paso sin mucha emoción. Pegados al televisor y a nuestros teléfonos nos íbamos informando de las novedades. Nada de lo que leímos nos preparo para lo que estábamos a punto de vivir. Al segundo día sin subtes, trenes, puentes y toda la punta sur y este de Manhattan evacuadas, la isla parecía el set de una película de zombies. El viento había levantado, llovía poco y era tal cual el dicho “la calma que antecede a la tormenta”. El hotel nos anuncio que era posible que se cortara la luz y nos dejo un glowstick para usar en caso de emergencia. Al poco tiempo empezamos a leer de cortes en toda la zona sur de la isla. No paso mucho tiempo hasta que nosotros también nos quedamos sin luz. Yo, que le tengo pánico a la oscuridad, buscaba en Twitter que zonas seguían conectadas pero la señal se había ido con la luzA partir de esa noche nuestro departamento estuvo sin luz, agua y calefacción por 14 días. Un generador debajo de nuestra cuadra explotó dejando a tres enormes edificios a oscuras.
Durante 12 días nos hospedamos en 8 lugares distintos. Entre casas de amigos, cuartos de hoteles y oficinas nos fuimos desplazando. Volvíamos de vez en cuando a buscar ropa limpia y a chequear que todo estuviera ok. En uno de nuestros viajes nos cruzamos a una señora que había decidido quedarse en el edificio. “Hace tanto frio a la noche que me duele el cuerpo” nos dijo. La ciudad se puso de pie rápidamente. Siempre escuche decir que no hay lugar como en New York donde la gente se ayude entre si, y luego de esta tormenta puedo dar fe que es así. Todavía falta mucho para que Staten Island, New Jersey y alrededores vuelvan a la normalidad. Sin embargo hay camiones, voluntarios y donaciones llegando todos los días para ayudar a aquellos que perdieron todo por culpa de Sandy.

Grand Central

Puerta de casa el día después

Estantes de los súper, vacíos