RESTAURANTES NÓRDICOS IDEALES PARA HACERLE FRENTE A LAS BAJAS TEMPERATURAS

 

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Shots y tapeos nórdicos en Olsen

 

RESTAURANTES NÓRDICOS IDEALES PARA hacerle frente a las bajas temperaturas. POR GUADALUPE SÁNCHEZ GRANEL.

Para hacerle frente a las bajas temperaturas, salimos en busca de lugares con comidas “que abriguen”: platos bien calóricos surgidos en los países con inviernos más crudos, que se puedan disfrutar sin necesidad de viajar. En esta nota, donde recorremos la cocina nórdica, pasamos por Hungría y finalmente llegamos a Rusia, te contamos cinco propuestas que no te podes perder este invierno en Buenos Aires.
 

1) ØLSEN / Gorriti 5870 – Palermo

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Si hablamos de cocina nórdica en Buenos Aires, no podemos dejar de hablar de Ølsen. Creado por el reconocido chef Germán Martitegui, abrió sus puertas en 2001 y se convirtió en un ícono del barrio de Palermo. Cuenta con un jardín – que tiene un deck con toldo calefaccionado que permite comer afuera incluso con frío-  y un exquisito interior, que se puede admirar desde afuera gracias a su enorme ventanal. La chimenea ‘con forma de gota’ rodeada de cómodos sillones y ubicada al lado de la barra, resulta el rincón ideal para sentarse junto al fuego y degustar la carta de vodkas que tiene más de 40 opciones. Fiel a las características de la comida nórdica -donde lo agridulce juega un papel muy importante al igual que el pescado, el cerdo y el arce- dos recomendados imperdibles para esta estación son la bondiola Ølsen, acompañada por salsa de frutos rojos, puré de papas y krein y los ñoquis de pescado con habas, arvejas, zanahorias y salsa de eneldo.            
Abre de martes a sábado, de 12:30hs hasta el cierre y  domingos de 10hs hasta el cierre. Tel: 4776-7677
 

2) CLUB DANÉS: DELICIAS DANESAS CON UNA BELLÍSIMA VISTA DEL RÍO DE LA PLATA / LEANDRO ALEM 1074 – PISO 12 – CENTRO

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Un secreto bien guardado para el público general, el club de los daneses funciona en el 12º piso de un edificio de oficinas ubicado frente a las Torres Catalinas. Allí, entre escudos y fotos de la realeza, y hasta un cuadro de la Sirenita, atienden hace más de 20 años Santiago Macagno – hijo de una danesa- y Eduardo Marenco. El lugar cuenta con una increíble vista al Río de la Plata (se recomienda reservar en alguna de las mesas pegadas al ventanal que da sobre la Av. Alem) y allí se puede disfrutar de un riquísimo frikadeller (albóndigas de cerdo con puré de papas, cebolla frita y salsa), el biksemad (salteado de carne de vaca y cerdo con cebolla y papa, con huevo frito, pan negro con manteca y remolacha ), o el vesterhavs torsk (pescado poché con salsa de mostaza y cúrcuma, remolacha agridulce y huevo duro), platos ideales para combatir el frío. Para rematar, una copita de aquavit.
Abre de lunes a viernes de 12 a 15 hs. TEL: 4312-9266

3) CLUB SUECO: UN BANQUETE VIKINGO / Tacuarí 147 – 5to Piso – centro

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Desde 1964, ubicado en pleno centro porteño, surgió con la idea de congregar a la comunidad sueca; un refugio donde poder degustar sus platos tradicionales, y reunirse en las festividades. Desde 2007, la concesión está a cargo de los chefs Nancy Sabine Sittmann y Martin Varela que se conocieron trabajando en el Club Danés. Si bien aseguran que todos los platos son invernales, recomiendan el sabroso Köttbullar, (albondigas suecas) acompañadas con salsa marron (a base de caldo de cerdo), puré de papas y dulce de grosellas rojas. Es uno de los platos más emblemáticos de Suecia y sugieren acompañarlo con akuavit (aguardiente), bebida típica. Para agendar: hay que estar atento a los viernes, día en que se puede disfrutar de el Smorgasbord, un bufé elaborado con diferentes ingredientes típicos de la cocina sueca.
Abre de lunes a viernes de 12 a 15hs y los viernes desde las 20 hs. TEL: 4342 0888
 

4)  CLUB HUNGARIA y su goulash glorioso / Pasaje Juncal 4250 – La Lucila

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Lejos de los países nórdicos, el Club Hungaria es un fiel exponente de la comida de Europa del Este. Con una estética de club de barrio, decorados húngaros y muchos pero muchos habitués de la colectividad húngara, el lugar está a cargo de Omar González y su familia, que a pesar de nos ser descendientes de húngaros, logran recrear con éxito el sabor de los platos de esas latitudes. El gran hit de la carta es, como puede imaginarse, el gulasch con spätzle, un guiso de carne a la paprika con mini-ñoquis de masa, exquisito y calórico. Otras opciones recomendadas son el cordero a la Transilvania, ajíes rellenos, lomo a la Strogonoff y salchichas con chucrut, todo riquísimo. La bebida tradicional húngara es la Pálinka, aguardiente elaborado a base de una gran variedad de frutas.
Abre de martes a sábado de 20 hs. al cierre. Domingos de 12 a 16 hs. TEL: 4799-8437
 

5) EL MOLINO DORADO: de Rusia con sabor / Quito 4100 – Almagro

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Llegados desde Rusia en los 90’, Dimitri Svetlichniy y su madre Irina, abrieron hace 7 años esta casa de comidas que empezó siendo un local de minutas pero que por insistencia de los vecinos de la zona, mutó para ofrecer recetas típicas de la comida rusa. Con un interior en madera decorado con mamushkas, y anuncios y posters soviéticos, cuenta con espacio para 22 cubiertos. El menú incluye pastas, carnes y blinis (creppes salados o dulces con o sin relleno). El plato preferido por los clientes habituales y recomendado por Dimitri son las supremas a la kiev (una suprema de pollo envuelta en una masa fina, rellena con eneldo, manteca y finas hierbas). Para acompañar, la bebida típica rusa es la Kvas, una bebida fermentada de bajo nivel alcohólico (en el Molino se prepara sin alcohol) con un sabor entre refresco y cerveza, elaborada a base de harina de centeno y malta. Y obviamente, para los que quieran algo más fuerte, vodka ruso.
Abre de lunes a sábado de 20hs al cierre. TEL: 3528-8940
Fotos: gentileza lugares mencionados