PUEBLOS CANCHEROS QUE TENÉS QUE CONOCER: CAPILLA DEL SEÑOR / POR GENARA PABON EZPELETA

11895959_815815641861464_3415075406905266700_nLa entrada al bello restaurante Dulcinea
 

PUEBLOS CANCHEROS QUE TENÉS QUE CONOCER: CAPILLA DEL SEÑOR / POR GENARA PABON EZPELETA.

Que Buenos Aires es una de las ciudades más caras del mundo no es ninguna novedad, hoy en día muchísima gente elige destinos fuera del país, sea para vacacionar o para stockearse de productos que acá salen una fortuna, y si se pueden combinar las dos cosas mucho mejor. Brasil, Chile o el ya clásico Miami son los destinos preferidos para estos menesteres, pero para eso hay que organizarse y ejercitar la paciencia exponiéndose a colas interminables en Migraciones. En MALEVA vamos a ir contra la corriente, y proponemos recorrer nuestro país, agarrar el auto y meterse en el interior de un territorio que tiene de todo para ofrecernos; lugares increíbles y súper diversos con paisajes espectaculares, con su cultura, sus historias y su gente con su idiosincracia.
Les voy a ir mostrando, entrega e entrega (y tal como ya hice hace un tiempo) cuáles son los pueblos más cancheros y con alma malevense. Acá va la primera con una ciudad que se las trae, Capilla del Señor, que es una de las ciudades más antiguas de la provincia de Buenos Aires. A sólo una hora en auto de Buenos Aires, tiene todo para ser re canchera.

Para comer los fines de semana una opción súper interesante es Dulcinea, en Bolívar 266, que abre los viernes y sábados a la noche, y sábado y domingo al mediodía. La especialidad son las comidas al disco, y de postre el panqueque de manzana quemado al rhum. El lugar es divino, en invierno adentro con chimenea es súper acogedor, y en verano el patio es un hit (su facebook es: http://bit.ly/2sJr8cs). Además ganó la mención de excelencia de TripAdvisor. 
Un clásico a sólo una cuadra de la plaza principal es La Fusta, un café, bar, restaurante en la esquina de Bartolomé Mitre y Mateo S. Casco. Tiene mesas en la vereda, ideales para una cerveza al a tardecita o un café con leche al sol antes de mediodía.
Cerca del casco, desviándose un poco de la entrada al pueblo, en el Paraje Andonaegui, además de una vieja estación de tren con su nombre que actualmente se encuentra abandonada y un pequeño caserío, existe un lugar que es digno de ser visitado. Se trata de la «Pulpería los Ombúes» considerada una de las más antiguas de la pampa y muchos afirman que del país.
En su interior el tiempo parece haberse detenido. Hay banquetas de paja y madera, un viejo mostrador con reja como se usaba en las pulperías de antaño, sus paredes decoradas con fotos y recuerdos, una nota publicada en el Buenos Aires Herald, mención de La Asociación Pro Memoria de Capilla del Señor, publicidades antiguas, etc.
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«En la Pulpería Los Ombúes se expenden bebidas detrás de una reja y su mostrador delata el paso del tiempo. Está siempre abierta, menos a la siesta, por supuesto. Fiambre cortado a cuchillo y un buen Fernet con Coca es ya un clásico en la pulpería. El lugar es concurrido por la gente de los campos vecinos, algunos incluso llegan a caballo y otros en camionetas.»

 
Detrás de la reja, Elsa Insaugarat, descendiente de vascos franceses, atiende el boliche que perteneció a su padre Don Luis, y antes a su abuelo, Francisco, que nos cuenta que allí se apeó alguna vez el general Julio A. Roca; que afuera, bajo el alero, los domingos solía tocar una orquesta, mientras los paisanos bailaban al ritmo del pasodoble; que había carreras de sortijas y partidas de taba, y un redondel trazado con palo duraznillo para las riñas de gallo.
Allí como hace tiempo, se expenden bebidas detrás de una reja y su mostrador delata el paso del tiempo. Está siempre abierta, menos a la siesta, por supuesto. Fiambre cortado a cuchillo y un buen Fernet con Coca es ya un clásico en la pulpería. El lugar es concurrido por la gente de los campos vecinos, algunos incluso llegan a caballo y otros en camionetas, para pasar un rato charlando con los amigos, jugar a los naipes mientras comentan las vivencias del día y las novedades de la zona.
En calle 25 de Mayo al 658 esta “La Florida», un galpón enorme donde Mario, su dueño, hace cerámicas a pedido con el diseño que uno quiera, pero lo más interesante es que se replican diseños viejos que no se consiguen en la actualidad, y también se arreglan mármoles. Una cuadra más adelante sobre la misma calle está la vidriería Ricardo, que vende unos espejos divinos, además enmarcan y hacen aberturas de aluminio.
Como dijimos antes, es una ciudad muy vieja por lo que tiene una gran historia, algo interesante de ver son las argollas que todavía perduran en los cordones de las calles donde se ataban los caballos en el pasado. La iglesia, enfrente a la plaza, como en todo pueblo, es muy linda, antigua y guarda en su interior una astillita de la cruz además de la imagen de nuestra señora del Lujan. El cementerio también es digno de conocer por su antigüedad; en su interior se destacan ejemplos de arquitectura funeraria de alto valor patrimonial, y por los nombre que se leen en las lápidas.
Sobre la ex calle Mitre hay un solar con torre mirador, conocida como «El miralejos«, que hacia 1860 funcionó un hotel casino, frecuentado por personalidades como Domingo Faustino Sarmiento, Dardo Rocha y Jorge Luis Borges. Hoy es una coordenada que no falla para un paseo en pareja. 
La fiesta patronal de Exaltación de la Cruz, partido del cual es capital Capilla del Señor, se realiza los 14 de septiembre (feriado) en conmemoración de su aniversario. En octubre se hace una fiesta en Haras El Capricho , organizada por el empresario Eduardo Wertein, que es presidente del comité olímpico nacional. Las competencias de salto a caballo combinado con shows musicales de artistas famosos atrae a muchísima gente todos los años. Otra cosa divertida que tiene capilla es que se puede dar una vueltita en globo; la empresa Garuda ofrece vuelos de bautismo, paseos turísticos, etc.
FOTOS: Gentileza restaurante Dulcinea y Turismo Capilla del Señor