POLO DAYS


Polo Days
Por Jesica Mihelj
El paisaje cambia mientras me aproximo a la Estancia “Don Manuel” de Cañuelas. El cemento y los ruidos citadinos van quedando atrás: el verde florece, se intensifican los olores y el celeste del cielo se vuelve más brillante a medida que el auto devora kilómetros de asfalto.
En tierras porteñas cobra vida el 119º Campeonato Argentino Abierto de Palermo. Sin embargo, mi viaje intenta llegar a la raíz de este deporte que conquista corazones y que, por momentos, parece estar reducido a unos pocos privilegiados. Es por eso que me embarco a la experiencia del “Polo Day”, una propuesta que brindan varias estancias y clubes para conocer las bases de esta práctica llena de destreza y que requiere la empatía con uno de los animales más nobles: el caballo.
El portón de madera me da la bienvenida. Bajo del auto, estiro mis piernas blancas por el invierno y disfruto de los primeros rayos del sol en mucho tiempo. Mientras me deleito con la paz del campo, una mujer sale a recibirme y me guía al comienzo de la expedición: un recibimiento de café, té, mate y pastelería casera que mi estómago sabe agradecer. Recobradas las fuerzas, comienza el recorrido por las instalaciones.
El ruido de mis pasos se pierde entre relinchos: llegamos a las caballerizas. Mis recuerdos infantiles de paseos a caballo en Parque Camet de Mar del Plata se disparan sin proponérmelo. Verlos de nuevo, tan cerca, me llena de gozo y de profundo respeto. Los instructores dan las primeras clases de polo en jaulas con caballos estáticos de madera. Explican la técnica para montar, el swing y pegada, mientras cuentan la historia del deporte, las reglas y su cultura. Dos horas de práctica son suficientes para pedir un descanso y marchar al Club House, donde podré disfrutar de un típico asado argentino. Es el paso previo a la exhibición de un partido de polo con jugadores profesionales.
 
 
Aprovecho el interludio para hablar en exclusiva con Emiliano Blanco, dueño de la estancia y polista profesional que jugó doce años en los Estados Unidos, seis de ellos encargado de un club donde daba clases. Con el tiempo, decidió traer esta propuesta a la Argentina.Cualquier persona puede jugar al polo, no tiene que estar preparada físicamente porque es un deporte más técnico que físico. Es necesario poseer un mínimo conocimiento y no tenerle miedo al caballo, aunque sí respeto. Yo tengo un cliente de 70 años y juega muy bien”, explica Blanco de 37, y agrega: “El polo es un deporte muy individual, cuando te contratan no lo hace una institución como en el fútbol sino una persona particular. Lo que yo decidí hacer es darle sociabilidad”. Blanco revela a los visitantes que un partido de polo requiere de mucho esfuerzo detrás de la cancha: “Para lograr 28 minutos, que son los cuatro chukkers (tiempos) que jugamos nosotros, hay un esfuerzo de caballos, petiseros, herreros, pastura, fertilizante para las canchas, todo se tiene que aprovechar al máximo. Soy demasiado exigente con la clínica y las clases teóricas porque la idea es sacar lo mejor. Después del partido tomamos mate en la pileta, pero antes nos juntamos en la caballeriza a hablar con el equipo, tener una estrategia”.
 
Desconexión y aire puro

El “Paraíso Polo Club” fue fundado en 1987 por el mítico Horacio Antonio Heguy, uno de los mejores polistas de la historia, ganador de 19 Abiertos Argentinos en Palermo, la Copa de las Américas y numerosos títulos por el mundo. Fue maestro durante más de 10 años de los hermanos Amadeo y Videla. Marcelo, el mayor, reparte su tiempo entre Francia y Argentina, donde juega profesionalmente. Alejandro dirige “El Paraíso Open Door” y se dedica a dar clases particulares y grupales, caminatas, paseos en sulky o a caballo, bautismos de polo y el servicio de “Polo Day”.
Maleva dialogó con Alejandro Amadeo y Videla sobre este plan de esparcimiento: “El Polo Day surgió naturalmente desde que los extranjeros fanáticos de este deporte y de los caballos venían al campo semanas o meses enteros para disfrutar y aprender. Hoy en día lo hacemos para mucha gente principiante, o inclusive sin ningún conocimiento, que quiere aproximarse al polo, al campo y a los caballos”, cuenta. “En los últimos años surgió una tendencia muy fuerte hacia lo natural. Cada vez es más común que un empresario habituado a la ciudad y las oficinas se tome un tiempo para un Polo Day o para tomar clases de polo periódicamente, logrando desconectarse y relajarse haciendo algo que le gusta”, añade.
¿Qué tiene para ofrecer el polo con respecto a otros deportes?
Hay un factor fundamental que tiene que ver con la relación con el caballo y el contacto con el campo. No se necesita un estado físico impecable para jugar ya que el que hace el mayor esfuerzo es el animal. Es un deporte muy divertido y apasionante, que tiene un plus de adrenalina. Mientras más metido estás, surgen más factores como la estrategia, el progreso de tu caballo y la audacia del jinete.
¿Qué recepción tiene entre los argentinos?
Hoy el 80% de nuestros clientes son locales. Particularmente nos encanta que el polo pueda llegar a propagarse en la Argentina desmitificando que es un deporte de reyes y lograr expandirlo a la gente como vos y yo.
Polo para Todos


Ese es el pensamiento de Rubén Jabib y Celia Alfie, los fundadores de “Argentina Polo Day”, club ubicado en la ruta 8, kilómetro 70, partido de Pilar. “La idea del Polo Day es acercarle el polo a la gente, promover el polo para todos, todos los días del año”, comenta Alfie. “El polo ofrece amor por el campo, el aire libre y los caballos. Es un deporte que muestra destreza. Verlo es increíble, por la dinámica entre el jinete y el caballo. El 80 por ciento de la gente que va al Abierto no entiende nada qué es la línea, qué es un back, etc. Por eso es ideal tener un guía para entender la técnica, las reglas, qué características debe tener el caballo de polo”.
Los comienzos en motito de Adolfito Cambiasso
Durante la entrevista con Maleva, Emiliano Blanco recordó los comienzos de la estrella del polo argentino y mundial, Adolfo Cambiaso, goleador del equipo La Dolfina: “Yo lo conozco desde que comenzó porque tiene mi edad. Primero jugaba con una motito en “La Martina”. Se escuchaba todo el tiempo el ruido del motor, incluso de noche, y sólo paraba para enfriarlo. Después hizo un equipo con amigos y cuando vio que había que montarse, creó su propia cría de caballo. Cuando se montó bien, mejoró el equipo con personas más profesionales. Eso demuestra que uno puede ir evolucionando”.
Punto de Vista: Miguel Novillo Astrada


El domingo el polista Miguel Novillo Astrada derrotó con su equipo La Aguada 12-10 a La Natividad en la segunda fecha del 119º Campeonato Argentino Abierto de Polo, último trofeo de la Triple Corona 2012, que se disputa en Palermo. En el quinto chukker, Miguel cayó de su yegua por un choque con Pablo Pieres y sufrió un fuerte golpe en el hombro derecho, pero logró recuperarse y proclamarse ganador.  En medio de todo ese trajín, Novillo Astrada respondió a las preguntas de Maleva y dio su punta de vista sobre la actualidad del deporte en el país. Es más, La Aguada Polo Club -ubicado a sólo 70 kilómetros de Buenos Aires, en la localidad de Open Door, Luján- también brinda el servicio de Polo Day.
¿Considerás que el Polo Day sirve para difundir y hacer más accesible al polo entre los argentinos?
Creo que es una buena propuesta para que la gente entienda más el deporte y tenga una buena introducción. En La Aguada lo hacemos muy profesionalmente donde pueden ver como es toda la organización de un equipo que compite en el Abierto Argentino.
¿Te parece que todavía es un deporte visto de lejos por muchos?
Sí, pero gracias a la difusión de los medios de comunicación y la televisión está cada vez más cerca de la gente.
¿Creés que el polo argentino aún es mejor visto en el exterior que en nuestro propio país?
Sí, creo que sí. Pero la gente a medida que lo va conociendo va tomando más conciencia de ello.
¿Qué recomendaciones les darías a las personas que recién están comenzando a transitar el polo?
Que se asesore muy bien con gente profesional ya que es un deporte que lleva mucha organización y si no se lo practica bien es peligroso.
Establecimientos para disfrutar del Polo Day
Los precios varían entre 500 y 900 pesos según sea mediodía o día entero.

Los consejos de Emiliano Blanco para ser buen polista

  • Lo importante es que sean buenas personas dentro de la cancha. No es un ego personal sino que es un equipo que está dentro compitiendo.
  • Hay que tener conocimiento y respeto del caballo. El animal no habla y tenemos que enseñarle lo que tiene que hacer con señales corporales. En otro deporte si hacés las cosas mal perdés, pero acá podés lastimarte.
  •  Si son buenos jinetes los van a invitar mucho a jugar porque los dueños van a pensar que “este tipo me lo ayuda a mejorar, me lo entrena”. Pasa mucho que el patrón no puede jugar y confían sus caballos a otras personas.
  • Que sean completos, que sean buenos jugadores, deportistas y personas porque este deporte abre muchas puertas.