"NO SÉ LO QUE ES ABURRIRSE": JULIETA CARDINALI / ENTREVISTA / POR MARÍA PAZ MOLTEDO

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Además de actriz, Julieta es diseñadora

 

 
«NO SÉ LO QUE ES ABURRIRSE»: JULIETA CARDINALI / ENTREVISTA / POR MARÍA PAZ MOLTEDO. FOTOS: VALERIA SAGREDO.

 
Julieta no se aburre nunca. Tiene 38 años y desde los 13 hace realmente todo lo que quiere. Porque desde chiquita se animó a elegir, y en esa elección dio pasos certeros y genuinos que la llevaron a crecer en la televisión en las principales tiras de los últimos veinte años años: Como pan caliente, Naranja y Media, Verano del ’98, Tiempo final, Soy tu fan, En Terapia, Farsantes, Señores Papis -por nombrar solo algunas- y hoy es una de las protagonistas de Los ricos no piden Permiso y Ultimátum. Pero como a ella siempre le gustó elegir, durante mucho tiempo decidió volcarse más al cine, que es lo que más le fascina, y así pasó por Buenos Aires me mata, Una noche con Sabrina Love, Valentín, La suerte está echada, ¿De quién es el portaligas?, Necrofobia y muchas otras más. Ahora está por estrenar Ataúd blanco, una bien de terror. Y como si fuera poco también diseña una línea de ropa para Clara Ibarguren. Imposible aburrirse en la vida de Julieta. Amores ha tenido muchos, vidas ha vivido varias, y en su forma de hablar, de razonar y de contar, se nota lo mucho que ha aprendido. Justo antes de arrancar su larguísimo pero apasionante día se tomó un rato para charlar con MALEVA:
Ahora estás en la tele con Ultimátum, Los Ricos no piden Permiso y Ataúd Blanco, la película de terror ¿Qué te atrae de este género?
Mirá, lo primero que me atrajo es el director, Daniel de la Vega, del cual yo soy bastante fan, es alguien a quien admiro. Si me atreví a hacer Ataúd Blanco es por él, porque para mí es «El» director de este género en nuestro país. Cuando me llamó no tuve ninguna duda. Haciendo un género tan difícil, tan arriesgado, en ningún momento lo dudé.
¿Qué es lo difícil de este género?
Es una delgada línea. Si queda mal, queda pésimo, no tiene margen de error. Con otra película podés decir que es más aburrida o menos, pero esta si queda mal es un desastre. Porque además no tenés mucho análisis de texto, o sea, corrés de acá para allá, acá te asustan, allá te cortan el brazo (RISAS).
Claro aparte tenés que realmente sentirte asustada, transmitir ese miedo.
Y tenés que realmente creerte esa emoción. Hacerlo de verdad. Hacer de verdad ciertas cosas cuestan más que otras. Es una road movie, está buenísima. Viajamos mucho por San Andrés de Giles, Areco, todo por la provincia. Fue un trabajo arduo, estás todo el tiempo muy comprometida físicamente, hacía frío, la sangre, estás adentro de la película. Yo no la vi terminada pero estoy fascinada, se estrena ahora el 21 de julio. Estamos con mucha ansiedad. Estamos haciendo la prensa y la hago con gran placer; presentar algo de lo que estás orgullosa tiene otro color.

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«Me encanta vivir en Buenos Aires»

 

«El terror, el género de mi próxima película (El Ataúd Blanco) es un género difícil. Si queda mal, queda pésimo, no tiene margen de error. Con otra película podés decir que es más aburrida o menos, pero esta si queda mal es un desastre. Porque además no tenés mucho análisis de texto, o sea, corrés de acá para allá, acá te asustan, allá te cortan el brazo (RISAS).»

Otro papel que te debe dar orgullo es el que hiciste interpretando a Eva Perón en teatro años atrás. ¿Qué significó para vos interpretar un personaje político argentino? ¿Cómo lo construiste?
La interpreté dos veces a Eva, una con Leonor Benedetto en teatro, nos dirigió China Zorrilla, y a Eva la tomábamos desde un lugar más político, desde el lugar que todos conocemos, partidaria, diciendo lo que pensaba. Y después la interpreté en una miniserie española, Cartas a Eva, que iba por una interpretación de Eva desde el lugar más humano ¿cómo serían estas personas en la intimidad? Entonces la investigué desde todos lados ¡desde todas sus aristas! Y la primera vez que me dijeron que la interpretara me dio miedo. Porque es alguien que está tan en el inconsciente colectivo que decís, ¿y si lo hago mal? O sea todos sabemos un poco cómo era Eva y al mismo tiempo no sabemos nada. Además de que yo la admiro y siempre la admiré, para mí era un desafío hacerla. Y bueno, traté de acercarme sin perder de vista que era una interpretación, uno no quiere ser, la estás interpretando.
¿Y cuando filmaste en España viviste unos meses allá, no?
Sí, en Barcelona. La pasé brutal, igual estaba trabajando mucho, fueron más de tres meses, me fui con mi hija y la niñera y nos instalamos en un departamento divino. Barcelona es una ciudad re amable para vivir entonces fue bastante fácil por un lado, y por el otro, viajar con hijo es complicado. Tenés que pensar mil planes para que no se aburra. Terminaba de trabajar, me iba a casa y me iba al cine con la gorda tal vez, o íbamos a cenar, era chica ella, tenía cinco años, así que la anotaba en cursos de pintura y tenía su rutina. Pero no es lo mismo viajar sola que con un hijo.

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Julieta trabaja en los medios desde los 13 años

«Me gusta mucho el Centro. Me gusta ir a restaurantes del Centro, me gusta mucho ir a cenar. El martes después de ir a ver una obra de teatro fui a Dadá, el Bistró; ese tipo de lugares de Buenos Aires me vuelven loca.»
 

¿Alguna callecita o lugar de Barcelona que te haya encantado?
Es que Barcelona, ¡ay! a mí el Barrio Gótico me encanta. Es lo que me representa de Barcelona, esas calles oscuras y cerradas, es como vivir en un cuento de hadas; pero de hadas oscuro. A mí Barcelona me encanta, me parece que se come bien, que se vive bien, que tiene playa, que la ciudad es hermosa.
¿Una comida que te gustaba mucho de allá?
¡El fideuá! La paella de fideos ¡Espectacular! Soy de buen comer entonces busco buenos lugares.
 
Claro, disfrutás el momento de comer. No es que te da lo mismo. En instagram publicaste una foto cocinando.¿Te gusta cocinar o fue casualidad?
Sí, me gusta cocinar. Igual como recreación, el tema de pensar qué comer cada día me parece un plomazo. Me gusta hacerlo cuando tengo tiempo. Me gusta mucho cocinar repostería. Hago tortas ricas de frutas, a mi hija le hago las galletitas para el cole, me gusta esperarla a mi hija y a sus amigas con tortas con dulce de leche, así, como bien de gorda.
Y yendo a tu faceta de diseñadora de indumentaria de Clara Ibarguren, ¿cómo entraste en ese mundo? ¿Siempre te atrajo la ropa?
Sí, siempre me interesó, nunca fui una Fashion Victim, ni de cerca, me gusta porque me gusta, porque me gusta vestirme bien, las buenas telas, pero siempre teniendo un punto de vista personal, no me pongo algo que me incomode porque está de moda. Y ese es un poco el estilo que tenemos en mi línea de la marca. En su momento Clara Ibarguren me llama como imagen de su marca, diez años atrás. Y ahí nos conocimos y me dijo «mirá, yo quiero que sigas vinculada con la marca desde el diseño». En ese momento se empezaba a usar mucho afuera eso de que tal hace una línea cápsula para tal marca. Y bueno, empezamos con Abril Bellati que es la hija de Clara, es mi socia y es vestuarista en publicidad y en cine; yo dije, «lo único es que si yo lo hago lo hago desde cero, que tenga mi impronta». Y empezamos con una colección chiquita y gustó, quedó linda, y las chicas del grupo de diseño de Clara Ibarguren nos fueron enseñando mucho. Y lo que nos pasó es que nos encanta lo que hacemos, fuimos aprendiendo qué sí, qué no, por donde, buscarle un estilo bien personal. Yo disfruto un montón, me involucro desde la tela hasta lo que va en la espalda. Hacemos que nuestra colección tenga un hilo conductor siempre.
¿Qué te inspira para armar las colecciones?
Básicamente parto desde la pregunta, «¿yo me lo pondría?» si no me lo pondría se descarta y seguimos para otro lado. Por eso me parece que gusta, en general, porque es honesta.

Los nombres de las líneas todas tienen que ver con el amor. True love, Black love, Fuck love, Maniac love ¿A qué vienen esos nombres?
Nos sirve mucho en realidad para diferenciar verano-invierno. En invierno nos ponemos siempre más dark. Dark love, Black love; ya el año que viene para el invierno se viene Punk love. Y el verano siempre nos dispara a algo más sutil o algo más fresco. Esos nombres no tienen que ver con mi estado de ánimo en esa temporada, porque aparte en una temporada mi estado de ánimo puede cambiar dos o tres veces ¡Así que no se puede eso! Este invierno la colección se llamó Maniac love y toda la colección tiene que ver con unos ojos que miran ¡maníacamente! Digamos siempre tratamos de que cada prenda de alguna forma cuente un cuento.
¿Esta parte tuya te sirvió para expresar algo que no expresabas con la actuación?
Bueno sí, es otro espacio. Y lo disfruto como tal, como otra cosa, me gusta para mí para mi cabeza y mi psiquis; que también mi cabeza pueda ocupar otro espacio. Lo tengo bastante bien manejado eso, porque no tiene nada que ver una cosa con la otra y al mismo tiempo lo hace la misma persona. A mí me gusta tener mi energía así, como actriz no estoy trabajando los 365 días del año. Justo ahora sí, pero cuando solo hacés cine trabajás unos meses y otros meses parás.

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Su próxima película es una de terror y está feliz con el desafío

«Cuando diseño ropa, básicamente parto desde la pregunta, «¿yo me lo pondría?» si no me lo pondría se descarta y seguimos para otro lado. Por eso me parece que gusta, en general, porque es honesta.»

 
Y cuando parás un poco, ¿qué te gusta hacer?
¡A mí me encanta no trabajar! uso mi tiempo libre espectacular. No me aburro, no sé lo que es aburrirse. Trabajo desde que tengo 13 años así que no tengo culpa en ese sentido cuando no trabajo. El tema de la culpa laboralmente la tengo súper bien manejada. Si tengo un día libre me encanta quedarme en la cama. Prendo la tele, la compu, el teléfono, libros. Para mí una imagen del placer es una cama llena de cosas. Me gusta mucho leer. Como tengo poca oportunidad de quedarme en la cama cuando lo puedo hacer lo hago feliz.
En una foto vi que estabas leyendo «Esto también pasará» de Milena Busquets (ver entrevista de MALEVA: http://bit.ly/1VF2676) ¿Qué aprendiste de ese libro?
Uf, mirá, a mí ese libro me movilizó, me sentí muy tocada, me dolió: mi mamá también falleció, entonces hay una parte en donde el dolor cuando alguien lo cuenta tan en primera persona y tan desde adentro, a veces sólo podemos llegar a esa profundidad los que pasamos por un dolor parecido. A mí me gustó muchísimo el libro, me pareció muy contemporáneo, muy de mi edad, de mi generación, entonces lo leí muy rápidamente y muy, con mucho dolor.
¿Te ayudó un poco a transitar ese dolor?
No, no, la verdad que no. Los dolores cada uno los transita como puede, de la manera que puede; ayudar no me ayudó, pero sentí que alguien entendía también algo de lo que yo había pasado. Te sentís un poco más acompañado, no tan solo, por ahí.
Has dicho que ciertas crisis te han hecho conocer un lado oscuro, pero después encontraste el lado luminoso de la vida. ¿De qué está hecho ese lado?
Me parece que tiene que ver con que si uno las crisis no las capitaliza, y después no las revertís, bueno, te quedaste en el dolor, en la crisis. Me parece que no hay que hacerse el boludo con los momentos duros y bueno, después dar el paso para adelante y seguir para adelante. No sé, para mí desde que fui madre ya hace nueve años, todo cambió en ese sentido. No te podés quedar tanto tiempo en ningún dolor, tenés que seguir para adelante, igual te tenés que levantar y servir el desayuno y llevarlos al colegio; entonces hay algo de la vida que da vida ¿viste?
¿Te gusta viajar por el país?
Sí, me gustaría conocer más de lo que conozco, me faltan un montón de lugares. El año pasado recién conocí el Norte ¡imaginate! Me encanta viajar igual. Me encanta la playa. Me gustan mucho las playas vacías.

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«Me encanta disfrutar de mis momentos libres y no sé lo que es aburrirme»

¿Como cuáles?
A mí me gustan mucho las playas de Brasil. Por ejemplo las de Río de Janeiro cuando no es temporada. Las playas enormes con la ciudad atrás. Me fascina, me parece un lugar canchero, me parece el lugar más canchero que vi. Me gusta cómo viven los brasileros en esa mega ciudad con mar, la onda, cómo se come, me encanta. Disfruto mucho. Por ejemplo este verano fui unos días a Punta del Este pero porque sobre todo las amigas de mi hija están ahí. Ahora no me puedo ir a una playa vacía quince días con ella ¡porque no!
En una nota dijiste que te encantaban los aromas. A mí me ha sorprendido el aroma de Río, ¿no te pasó?
Sí! tiene un olor muy característico. Me gustan mucho los olores, me pasa en mi casa también; soy muy de «la velita», la aromaterapia, hacerme baños con espuma con olor a lavanda o a rosa, me gusta, me pone de buen humor. Me despierta algo lindo la aromaterapia. Y es cierto que llegás al aeropuerto de Río y ya hay olor a Río.
En Buenos Aires te gusta mucho estar en tu casa, pero si salís ¿a dónde te gusta ir?
Me gusta mucho el Centro. Me gusta ir a restaurantes del Centro, me gusta mucho ir a cenar. El martes después de ir a ver una obra de teatro fui a Dadá, el Bistró; ese tipo de lugares de Buenos Aires me vuelven loca. Lugares que tienen su personalidad, que son chiquitos, que te sentís cómodo. Me gusta mucho eso de Buenos Aires; no sé, ir al Picadero, caminar por Corrientes y después irte a Dadá en San Martín. Me encanta esa cosa porteña. A mí me encantan las ciudades y me encanta vivir en Buenos Aires. Viví en Barcelona, también en Madrid, pero siempre vuelvo acá. A mí me gusta acá.
Para terminar. Has dicho que sos muy perfeccionista, que te educaron así. ¿Qué agradecés de eso y qué no?
Bueno, me cuesta porque tiene que ver con un rasgo de mi personalidad, a veces la paso bien y a veces la paso no tan bien. Es la vida, pero te podría decir, para hacer el contrapunto de ser estricto o perfeccionista, que me gustaría ser más relajada. A veces digo «ay, cómo me gustaría dejar un poco más las cosas al azar». Y bueno, no soy de las que deja las cosas al azar. Me gusta tenerlo un poco controlado todo. Lo mismo con mi hija viste, saber qué va a comer, qué se va a poner, a veces digo, bueno, «dejá de romperle los huevos», «dejala ser» (RISAS). Ese es mi trabajo ¿viste? La palabra esa que está tan de moda ahora, «soltar un poco» (lo dice en tono jocoso), «soltar». Y bueno, cada uno es como es, qué se yo. Yo no suelto.
Fotos: la foto de apertura y la última son gentileza de Julieta Cardinali