El clásico de mi abuela o los libros de recetas con imprecisiones


Por Teodelina Escalante
Hace poco recibí dos libros de cocina de regalo. En mi biblioteca gastronómica me faltaba el clásico de la cocina argentina: el Doña Lola. Era una cocinera que se llamaba Dolores Clotilde y en los cincuenta y sesenta era algo así como la competencia de Doña Petrona. Este diccionario gourmet atesora cientos de recetas criollas y no tanto. En mi familia hay varios platos que ya son un clásico en reuniones y cumpleaños. Un clásico es el budín de coco «Mima» que hace mi abuela casi todos los fines de semana. Es extraño pero nunca antes de recibir el libro había leído la receta original. Las veces que había hecho este postre había llamado a mi abuela antes para que me repitiera la receta una vez más. Cuando la leí me quedé un poco sorprendida por su imprecisión. Estas son las instrucciones (sin repetir y sin soplar):
Con el agua y el azúcar se hace un almíbar, cuando tenga punto se le agrega el coco y se deja cocinar hasta que esté espeso y bien cocido. Se le agrega manteca y huevos de a uno, se coloca en una budinera enmantada y se pone en un horno caliente. Se deja enfriar y se desmolda.
Cuando digo imprecisión me refiero a que la receta no especifica el punto del almíbar (el mismo libro reconoce 5 puntos: 15 grados, punto perla, 30 grados, de bolita y caramelo), ni la temperatura o el tiempo de cocción.
Es difícil de imaginarse el resultado final si nunca antes viste o probaste un budín de coco Mima. El otro libro que recibí fue Qué Cocinar y cómo cocinarlo de la editorial Phaidon que tiene una sección de cocina realmente espectacular. La pueden visitar en http://www.phaidon.com/store/food-cook Hay para todos los gustos: italiana, griega, molecular, india, de paellas o de pescados, entre otras cocinas.
Este libro es particularmente bueno porque cada paso está ilustrado por una foto. De manera que se puede hacer la receta sin leerla. Además son platos simples, ricos, con ingredientes sencillos (en el Barrio Chino se consigue todo) y fáciles de hacer. Todo está detallado en las instrucciones, desde el tamaño de la sartén hasta el espesor de la feta de panceta. Esto hace que la receta salga bien desde la primera vez. La foto del plato es infalible. Después de todo una imagen vale más que mil palabras.