Dolli y su plato de conejo, en el #NumberOne de la lista
Atención: nota no apta para vegetarianos. La Feria Masticar 2017 inició este jueves 11 de mayo y en Maleva no pudimos resistir ni un día. Como porteños que somos, no podemos ocultar la verdad: amamos la carne. Pero no por eso nos conformamos con el típico (y tan amado) asado. ¡Acá te mostramos los cinco platos carnívoros que tenés que probar!
Las grandes potencias de la gastronomía argentina se alían en esta edición de la Feria Masticar y nos presentan su increíble propuesta: “Cuatro Cocineros, Cuatro Productos de estación”. Dolli Irigoyen, Guido Tassi, Narda Lepes y Germán Martitegui combinan sus fuerzas en lo que seguro será uno de los puestos de brasas más concurridos de este año. Nuestro recomendado, el conejo con mostarda de peras elaborado por la ya legendaria Dolli Irigoyen.
En el stand de La Panadería, Rodrigo Da Costa y el reconocido Pablo Massey nos invitan a probar un sabroso ragou (un estofado único) de cordero y garbanzos acompañado con una gran tostada de pan de campo. ¡Casero por supuesto!
La Feria Masticar es una oportunidad para acercar sabores y platos exóticos a los paladares porteños. Martín Molteni, chef de PURATIERRA, bien sabe esto. Por eso, invita a los más osados a probar su yacaré en arepa de maíz que, por cierto, es crujiente, un dato no menor. Sus platos se maridan con algunos de los mejores ejemplares de Bodega El Esteco, con quienes se asociaron para ofrecer la mejor experiencia culinaria.
¿Quién dijo que un sándwich de salame no puede ser gourmet? San Gennaro Deli-Roti-Shop lo reinventa: spianatta (un tipo de salame prensado, también llamado “explanada”) al pan crocante con queso crema al oliva. ¡A veces, las apariencias engañan, no dejen de probarlo!
Por último, un plato de mar. Tras el éxito del waffle de papa en la edición pasada de este reconocido encuentro gastronómico, los hermanos Petersen le dan una vuelta de rosca. Con el churro de papa y eneldo con ensalada de langostinos, de dónde sino marplatenses, nos podemos dar un gusto tanto visual como delicioso. En definitiva, la comida entra por los ojos también, ¿no?