El deck de Moby Dick, a pleno
Si bien la oferta de la costanera norte era contundente, también era limitada. Mucho potencial en un espacio que se estaba quedando en el tiempo. Pero en los últimos meses empezó a posicionarse de nuevo: abrieron nuevos boliches y bares, y se vienen más proyectos también dentro de la oferta gastronómica. Incluso, una fuente importante al frente de la nueva movida nos anticipó que Kansas, estaría guardándose un lugar por la zona. Fiestas como la PM Open Air fueron pioneras en devolverle onda a la zona. Y también Jalea, la fiesta arty que se volvió un hit en el río en Martínez también eligió a la Costanera (Punta Carrasco) para su primer festival.
“La idea es que se arme un polo gastronómico y de entretenimiento como antes. Hay varios proyectos en puerta, varias sorpresas. ¡Esto recién empieza!”, adelanta Robertino Tarantini, dueño de Brandy, uno de los boliches que instaló allí su segunda sede (la primera es un hit en San Isidro).»
“La idea es que se arme un polo gastronómico y de entretenimiento como antes. Hay varios proyectos en puerta, varias sorpresas. ¡Esto recién empieza!”, adelanta Robertino Tarantini, dueño de Brandy, uno de los boliches que instaló allí su segunda sede (la primera es un hit en San Isidro).
Así que ya estás avisado, la Costanera está estallando y quiere resurgir con toda. ¿Cuáles son las nuevas opciones hoy y qué tienen de distinto? Si tenés entre 20 y 30 años prestá mucha atención.
¿Sos de ir a Punta Del Este? Si la respuesta es sí, ya deberías saber de qué hablamos. Un ícono de la noche esteña cruzó el río para instalarse en este mega establecimiento pegado al restaurante Gardiner. Y, como todo bar que apunta alto, no podía faltar un súper espacio de madera al aire libre. ¿Un plus? Ya inauguraron la temporada de after office y suele estallar.
“Lo que manda es la increíble barra y la música. Nuestra propuesta es una mezcla entre bar y boliche al que viene gente de todas las edades, pero especialmente personas de 30 años”, explica Marcelo Paz, socio del bar. Su gran oferta de tragos y la opción de escuchar bandas en vivo o DJs componen el ambiente ideal para una noche en pareja o con amigos, y una opción distinta para los que se cansaron de los boliches. Un espacio multifacético que, además, busca sobresalir también en lo gastronómico al incluir en su equipo a Lucas Dattilo, ex chef del reconocido resto Casa Cavia.
“Fuimos los primeros en ser convocados para mejorar el perfil de la Costanera. Apostamos a que se va a poner mejor la zona y que se vienen cosas buenas”, adelanta Marcelo.
Un trago: Marcelo recomienda el “San Marino” por su final picante, y el “Prospect Royale”, con champagne y frutos rojos.
El boliche que ya es un favorito de San Isidro decidió establecerse como otra propuesta bolichera en Costanera. Con una pista más bien pequeña, mantiene la línea exclusiva de su identidad y la de la zona en general. “Estaban cerrando restaurantes históricos del barrio por una cuestión de tiempo y desgaste. El gobierno tenía el proyecto de Buenos Aires joven, ¡y ahí aterrizamos nosotros!”, explica Robertino Tarantini, socio del establecimiento.
Concurrido por jóvenes de 25 años para arriba, esta segunda sede le da la posibilidad de llegar también a los de capital. “Dentro de poco, vamos a encontrar una Costanera transformada con muchas alternativas”, anticipa Tarantini.
Un trago: Robertino sugiere probar la Caipi de frutos rojos, y, si es un día de festejos, descorchar un buen Don Perignon.
Si tiene la palabra río en su nombre ya te imaginarás por qué es. Aunque se encuentra un poco más alejado del resto, este boliche compensa con su inmensa instalación de dos vips, una enorme pista y dos espacios al aire libre con una vista al río privilegiada. Incluso, si buscás tomar algo y ver el atardecer, este es el lugar para hacerlo porque durante la puesta del sol se pone especialmente lindo (y fotografiable). Y, como era de esperarse, comenzó a ser el espacio que aloja múltiples fiestas. Su propuesta es más masiva y más joven, un lugar ideal para bailar hasta el cansancio.
Un trago: recomendamos el gin tonic, clásico que no falla.