Alberto Giordano, desde Milán hasta Martínez
Alberto Giordano, oriundo de Milán, nació junto a las ollas en el restaurante de su padre, quien le enseñó los gajes de la cocina y develó los secretos de las recetas italianas de su familia. En la cocina despegaba su creatividad en las auténticas pizzas de su Italia natal y en el servicio personalizado hacia el cliente. En el año 2013, y con tan solo 23 años, Alberto decide instalarse en Buenos Aires y apostó por su propio restaurante Ike Milano, donde desplegó todo su conocimiento culinario. La fórmula: recetas de su familia pero con una vuelta de tuerca original. Más de un paladar se sorprende cuando descubre este restaurante de Martínez.
El Gran Antipasto de Ike Milano incluye una variedad de delicatessen italianas importadas como prosciutto di Parma, mortadella con pistacchi, coppa italiana (bondiola), burrata, queso brie, reggianito nacional y Parmigiano reggiano italiano, acompañado con miel, aceitunas griegas y mermelada de higos.
También llamados “Polpette di Riso”, son un plato tradicional siciliano que por lo general se sirve como un aperitivo, previo a la comida. Se trata de unas albóndigas de arroz bien condimentadas que se sirven con una clásica salsa amatriciana a base de tomates, guanciale (una especie de panceta italiana) y cebolla.
Un plato típico de la cocina callejera napolitana, que aquí proponen como Entrada en porciones individuales. La Margherita sale con mozzarella, tomate y albahaca fresca y es una gran opción para probar una versión distinta de un plato clásico.
Un plato novedoso y sabroso que se transformó en uno de los preferidos de los comensales. El intenso (pero no invasivo) sabor ahumado de la masa se equilibra armoniosamente con la suavidad de la salsa a base de crema, langostinos y zucchinis.
Este risotto se realiza con el tradicional arroz carnaroli y hongo porcino italiano, una variedad de consistencia carnosa que aporta un sabor intenso y levemente ahumado.
Un plato obligado para quienes busquen sabores desafiantes o bien para los amantes de este famoso embutido calabrés. Los fetuccine se sirven con perejil, ajo, pan rallado y nduja, un embutido muy picante elaborado con carne de cerdo y especias, entre las que se destaca el pimentón.
Un postre infaltable en una cena tana. Alberto utiliza la receta heredada della nonna, con auténtico queso mascarpone.
Fotos: gentileza Ike Milano y Gastronomique.