¿DÓNDE TOMAR EL MEJOR CAFÉ DE BUENOS AIRES SEGÚN NICOLAS ARTUSI?

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Artusi, de parado en la barra del Florida Garden, en plena recorrida cafetera por el microcentro con MALEVA

 

¿DÓNDE TOMAR EL el mejor café de BUENOS AIRES según NICOLAS ARTUSI? Por Vicky Guazzone di Passalacqua. fotos: Madeleine Pacheco.

Son lindos lugares, pero esa no fue la categoría excluyente para esta nota. El foco de la selección que decidimos hacer en MALEVA es bastante específico: un top 5 de los rincones de Buenos Aires que ofrecen el mejor café. Y para eso, recurrimos a un especialista tal que ostenta el rótulo único de “sommelier de café”, el periodista Nicolas Artusi, además reciente autor del libro Café, ya en su tercera edición. Para él, la propuesta fue simple. Es generoso con su sabiduría cafetera, pero admite que le gustaría que la elección fuera un poco más difícil. “Los que venimos bregando por la cultura del café en el fondo somos siempre los mismos. Estaría bueno que las cafeterías también ampliaran su oferta y estilo. Me gustaría que si todos los meses me hicieran esta nota, tuviera cinco lugares nuevos para decir”, apunta. Pero mientras el mercado asume ese desafío y amplía el abanico, he aquí los cinco elegidos a los que Artusi confía sin dudar su exigente paladar.
 

1) Barrio Cafetero: café de autor

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Abierto hace poco más de un año, Barrio Cafetero (Florida 833) ya se ha convertido en una auténtica “cueva de café”. En la entrada del Edificio Thompson, es uno de esos lugares chicos pero de corazón grande, donde su barra sienta a unos pocos, pero varios más hacen fila por fuera gracias al expertise de Rodrigo Rochas, dueño y barista, capaz de aconsejar variantes personalizadísimas. “Una marca muy importante es la idea de café de autor. Y aquí sucede, vas ‘a lo de Rodrigo”, describe Nicolás. Si bien él suele pedir siempre un espresso -y le resulta una vara ideal para medir la calidad del café-, aquí deja lugar a la sorpresa y permite que su dueño le proponga otras opciones, como la versión de café panameño hecho con la máquina Aeropress que le acercó en la visita para esta nota. “En mi libro armé un viaje por la historia y el mundo a través del café, y creo que esa idea acá se materializa y cumple”, sintetiza Artusi. En plan de hacer del microcentro un auténtico “barrio cafetero”, la marca está por abrir su segundo local en Reconquista 519.

 
“En mi libro armé un viaje por la historia y el mundo a través del café, y creo que esa idea acá en Barrio Cafetero se materializa y cumple – dice Artusi – una marca muy imporante es la idea de café de autor, y aquí sucede «Vas a lo de Rodrigo (Rochas, dueño y barista)»

 

2) Import Coffee Company: bajo el paraguas de Illy (y arte sobre la espuma de leche)

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La tríada es mágica: café Illy, té Twinings y chocolate Lindt. Aquella deliciosa representación de productos ostenta en el país Federico Luis con otros socios, pero fue él quien hace un tiempo decidió aprovechar aún más esta situación y abrió Import Coffee Company (Libertad 1150), el segundo elegido del sommelier de café. En ese híbrido entre Barrio Norte y Recoleta donde todo suele ser territorio de señoras paquetas, esta cafetería se destaca con su impronta de mesas de madera, cafeteras cromadas y lámparas industriales, pero, sobre todo, por la maestría de su barista Daniel Calderón, que incluso bajo la exclusividad de Illy logra propuestas sorprendentes. Molido, en grano o en cápsulas, la oferta incluye la venta para llevar, pero la mejor faceta de la experiencia será tomarlo ahí: “Daniel hace arte latte dibujando con la espuma de leche y crea unos espressos espectaculares”, convence Nicolas.
 

3) Full City Coffee House: sólo café de los distintos «terroirs» de colombia

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El elegido del tercer puesto también se destaca por su especificidad: en Full City Coffee House (Thames 1535) solo se vende café de Colombia. Así lo quiso su dueña, Victoria Angarita, hija de Parmenio Angarita, uno de los máximos expertos colombianos en el café de su país. “Acogedor aunque modesto, lo que marca la diferencia en este local son sus distintas variedades y sus novedades permanentes”, apunta el especialista. Además, la propuesta hace pie en un concepto conocido hace rato por el mundo del vino, pero en el que el café da sus primeros pasos: la idea de los terroirs. “Esta noción comienza a verse en marcas súper masivas como Nespresso, que hace unos meses sacó una edición limitada de Colombia con café Santander y café Cauca. Y eso mismo pasa en Full City Coffee House, donde cada mes te ofrecen cafés distintos de determinadas fincas”, relata Nicolás. Para él, su específico preferido es el “Supremo de la región de Armenia”.

» “Lo que marca la diferencia en Full City Coffe House, además de que sólo vende café de Colombia, son sus distintas variedades y sus novedades permanentes”, apunta Artusi. Además, la propuesta hace pie en un concepto conocido hace rato por el mundo del vino, pero en el que el café da sus primeros pasos: la idea de los terroirs.»

4) Crisol: con blend propio en colegiales

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Lo de Crisol (Freire 1502) fue una apuesta que, por suerte, el tiempo demostró certera. Hace tres años, abrieron su propuesta de buen café por sobre todas las cosas en un barrio en el que nada indicaba que aquello pudiera ser bienvenido. “Inauguraron en Colegiales, en una esquina que tranquilamente podría haber sido un pizza café más. Y sin embargo, tomaron una decisión muy temprana de apostar al café e incluso tener una mezcla especial para ellos”, apunta Artusi. Este blend propio es obra y gracia de Mario Ortega, un barista cordobés que al comienzo hacía traer los granos desde su provincia, pero ahora los tuesta in situ. El lema de la casa, “gente tomando café”, no es en vano: “son muy responsables con la preparación, precisos y puntuales en las medidas, en serio priorizando el café”, sostiene el sommelier. Como punto extra, el lugar ofrece una amplísima y muy actualizada selección de diarios y revistas, ideal para seguir catando la precisión de sus preparaciones conforme las hojas van pasando.
 

5) Florida Garden: un clásico con un blend legendario y una barra que artusi adora

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La lista se cierra con una opción que pareciera la antítesis de todas las otras propuestas pero que, si se piensa mejor, resulta un gran complemento. A contramano de la modernidad cafetera, Florida Garden (Florida 899) permite asomarse al Buenos Aires de los 60, en el que los artistas del Instituto Di Tella craneaban allí sus happenings y alimentaban su creatividad con múltiples tazas de café al paso. “Es uno de los pocos lugares de la ciudad donde podés tomar café parado en la barra, y sale más barato que pasar al salón”, cuenta Nicolás. Si bien los artistas han sido reemplazados por hombres del mundo financiero y turistas varios, es probable que el blend de La Esmeralda, hecho especialmente para el Florida Garden, se mantenga intacto a través de los años. “Me parece simpático que esté en la misma cuadra que Barrio Cafetero”, apunta Artusi. Con 60 años de diferencia, ambos representan los extremos de un mercado que crece, cambia y se diversifica, pero nunca deja de pedir café.
Bonus track: Aunque la cadena belga Le Pain Quotidien tiene un standard internacional según el cual en todos sus locales deben usar la misma vajilla, en la sucursal de la calle Armenia 1641 Nicolas ostenta un privilegio especial. Que no se sepa, pero en lugar de recibir un espresso “al ras de agua en sus tazas enormes”, a él se lo hacen como un ristretto, con apenas un dedo. En agradecimiento, Nico lo incluye en el ranking, aunque no puede contra su alma de difusor del buen café y enseguida apunta: “¡ese es un derecho que habría que reclamar para todo el mundo!”.