CHAPELCO EN SEPTIEMBRE: SIETE RAZONES POR LAS QUE ESTÁ BUENÍSIMO ESQUIAR EN LA CASI PRIMAVERA / POR SANTIAGO ENEAS CASANELLO (DESDE CHAPELCO)

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El after de la base: a puro sol y más a pleno imposible 
 

CHAPELCO EN SEPTIEMBRE: SIETE RAZONES POR LAS QUE ESTÁ BUENÍSIMO ESQUIAR EN LA CASI PRIMAVERA / POR SANTIAGO ENEAS CASANELLO.

Olorcito a hawaiian tropic en el ambiente, reposeras con esquiadores tomándose una cerveza helada mientras se broncean, afters que se ponen durante más tiempo con grupos de amigos bailando y brindando en remera, gente haciendo picnics en el bosque (¡y hasta descorchando espumantes!): no hay mes del  invierno en el que no se disfrute Chapelco, pero septiembre tiene una magia especial porque es casi esquiar en primavera. Estuvimos en el centro de esquí más completo de Neuquén (alrededor de cuarenta pistas, sin contar los circuitos libres) y uno de los más lindos del mundo (¿en qué otro centro las pistas son un anfiteatro con vista cinematográficas a lagos glaciales y a volcanes que parecen dibujados como el Lanín?) y les contamos cuáles son los placeres propios de Chapelco en esta época templada. Chapelco es un clásico absoluto pero a su vez tiene el mérito de haber sabido mantenerse trendy. Y de renovarse en todos los detalles (desde el moderno sistema electrónico de ingreso a los medios de elevación hasta los cancheros foodtrucks de la base). Si tienen pensado en aprovechar las últimas semanas de esquí del año, sepan que están a tiempo, este 2017 es temporada histórica por la caída de nieve récord. En el momento de escribir esta nota, casi septiembre, la nieve acumulada en la base es de casi un metro.

«Olorcito a hawaiian tropic en el ambiente, reposeras con esquiadores tomándose una cerveza helada mientras se broncean, afters que se ponen durante más tiempo con grupos de amigos bailando y brindando en remera, gente haciendo picnics en el bosque (¡y hasta descorchando espumantes!): no hay mes del  invierno en el que no se disfrute Chapelco, pero septiembre tiene una magia especial porque es casi esquiar en primavera.»

 
1) ¡SALE PICNIC EN EL BOSQUE!
Es frecuente que los esquiadores o snowboarders que se deslizan por las pistas de Chapelco bajo el solcito tibio de septiembre, hagan un stop al mediodía o cerca del atardecer, para hacer picnic en algún rincón del bosque de lengas. Una posibilidad es en el “Caminito” a la altura del refugio Balcón, que tiene una vista espectacular. “Algunos hasta se llevan su champancito”, cuentan desde Chapelco. En San Martín de los Andes no faltan los lugares donde conseguir todo para armarse una picadita o unos sándwiches inolvidables. Con productos típicos del sur, como pueden ser salames de jabalí o ciervo, miel patagónica y un licor dulzón.
2) LOS AFTERS DE LA BASE SE PONEN MÁS, DURAN MÁS TIEMPO ¡Y LA GENTE BAILA EN REMERA!
En pleno julio, en el after de la base hay buena onda, movimiento, y grupos de amigos brindando y bailando, pero en septiembre, todo esto se da en ¡Remera! Y hasta más tarde. ¿Las opciones más fuertes? El foodtruck de cerveza Patagonia, con cinco tipos de cervezas tiradas (y platos reponedores y cerveceros como papas fritas con cheddar) y el centro de todo que es el bar y restaurante Torino, el responsable de musicalizar la situación con DJ sets muy efectivos y donde el menú es mucho más amplio. Esta es la sede de Chapelco del restaurante Torino de San Martín de los Andes (calle Elordi 893), un hit que sorprende con una carta que va desde un muy aceptable sushi hasta unos alucinantes ravioles de ciervo. Tampoco se pierdan su goulash. Un lugar muy elogiado en TripAdvisor, por cierto.
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3) LOS DECKS DE LOS REFUGIOS SE HABILITAN TODOS Y SON UN SUEÑO (HASTA CON REPOSERAS)

Ya sea en Pradera del Puma, en el Refugio Graeff, en Rancho Manolo, en los Techos o en el Balcón, en todos los cancheros refugios de Chapelco, Septiembre es el mes más agradable para relajar en sus decks y terrazas, cerveza helada de por medio. En el Graeff en los días soleados directamente hay reposeras. ¿Los platos que pueden pedirese? De todo, desde parrillada en Pradera del Puma hasta repostería de chocolate en Rancho Manolo. “En septiembre también empiezan a salir mucho más los jugos y los licuados”, le comentan a MALEVA.
4) EL DÍA RINDE MUCHO MÁS
Por dos razones: porque el sol se pone más tarde, y porque lo más inteligente es esquiar desde temprano para evitar la famosa nieve “paposa” de la primavera. Que al estar un poco derretida, es un toque más lenta. Pero como el día es mucho más amigable y soleado, esquiar temprano no es un esfuerzo y además después del after ski (que en septiembre empieza a las 16 30), ya podés bajar a disfrutar más tiempo de San Martín de los Andes.
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5) CIELO AZUL Y DÍAS PERFECTOS PARA HACER FOTOS
“Es la mejor época para sacarse fotos, por la luminosidad y además porque al haber menos días nublados, las vistas se descubren en todo su esplendor”, le explican en Chapelco a MALEVA. Mayor visibilidad a mayor distancia. Fondos increíbles para sacarse las mejores selfies.
6) LOOKS MÁS FLEXIBLES Y SEXYS 
Olvidate de los camperones que no te dejan moverte o de los guantes en todo momento porque si te los sacás para revisar el whatsapp se te entumecen los dedos: en septiembre todo es mucho más suelto, cómodo e incluso si el día esta soleado y templado, hasta hay gente que esquía en remera o camisa. “Ya no estás tan atrapado dentro de la ropa, las antiparras se cambian por diseños de anteojos geniales, hay más tipos de peinados, se empieza a sentir olor a playa porque aparecen los hawaiian tropics y el olorcito a los protectores solares”.
7) LOS VALORES MÁS ACCESIBLES DE LOS PASES 
Además de todas las ventajas anteriores, los pases por el uso de los medios de elevación son mucho más accesibles. Algunos ejemplos. En julio, plena temporada alta, el pase está 1330 pesos, pero en septiembre cuesta casi un tercio menos: 930 pesos. El pase de fin de semana, por su parte, también es mucho más económico, pasando de 2130 pesos en temporada alta a 1490 en el soleado septiembre.
 

¿DÓNDE ALOJARSE? LOI SUITES CHAPELCO (NADA QUE ENVIDIARLE A UN HOTEL DE ASPEN)

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El mega ventanal del lobby del Loi Suites, con una panorámica descomunal e hipnótica del cordón Chapelco, cautiva a cualquiera. Pero también lo hacen sus comodidades que no tienen nada que envidiarle a un resort de lujo de Aspen o de Courchevel. El hotel tiene una ventaja: está literal a cinco minutos del aeropuerto (a siete kilómetros) y a 18 km de San Martín de los Andes. Es un lugar para desconectarse con todas las comodidades. La vista inmejorable a las montañas también la tienen sus 85 habitaciones. El hotel cuenta a su vez con: piscina interna y externa, gimnasio, y spa. Este último, llamado “Namashté”, basa sus terapias en el concepto del agua como elemento armonizante y a la aromaterapia como técnica terapéutica: baños de vapor, jacuzzi ozonizado, sesiones de masajes y meditación son algunos de sus servicios que cualquier esquiador contracturado o con dolor muscular va a saber apreciar. Para utilizar cuando termina el invierno, el Loi está nada menos que junto a la primera cancha de golf co-diseñada por Jack Nicklaus y Jack Niclaus II en Sudamérica. Este hotelazo tiene dos galardones: el certificado de excelencia de Trip Advisor y el de World Ski Award que lo eligió como el mejor hotel de Ski de Argentina. Dos datos importantes: un desayuno muy poderoso con unos maravilloso huevos revueltos y dos restaurantes, Los Coirones y Las Astas. ¿Qué cenar después de un día de esquí? Va una recomendación: goulash con ciervo y un Pinot Noir patagónico.